El oro festeja la Navidad subiendo por encima de los USD 4.500
Algunas estimaciones sugieren que el oro podría incluso acercarse o superar los USD 5.000 por onza si persisten las condiciones que han impulsado la demanda este año.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
El precio del oro alcanzó un nuevo máximo histórico por encima de los USD 4.500 por onza, impulsado por una fuerte demanda de activos refugio y un creciente interés de los inversores en los metales preciosos como una de las principales tendencias de inversión del año.
Este movimiento sitúa al oro como uno de los activos con mejor rendimiento en los mercados financieros en 2025, mientras que otros metales como la plata y el platino también registran máximos históricos.
Los futuros del oro subieron más de un 70% en el año, reflejando un fuerte apetito por inversiones no generadoras de intereses en un contexto de incertidumbre económica global, tensiones geopolíticas y expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos recortará las tasas de interés el próximo año.
Esta expectativa de tasas más bajas reduce el atractivo de los bonos y otras inversiones tradicionales, haciendo que los metales preciosos se perciban como una cobertura contra la inflación y la volatilidad del mercado.
El movimiento al alza no se limita al oro. La plata ha superado los USD 70 por onza, y el platino también ha marcado nuevos récords, reflejando una sólida demanda tanto por razones de inversión como por su uso en aplicaciones industriales.
Otros metales preciosos, como el paladio, también han registrado subidas significativas, aunque con variaciones más amplias en sus niveles de precios.
Los analistas señalan que la combinación de compras por parte de bancos centrales, flujos hacia fondos cotizados en bolsa respaldados por metales preciosos y una menor confianza en las monedas tradicionales, especialmente el dólar, ha alimentado la subida de los precios este año.
Además, factores como las tensiones internacionales —incluyendo conflictos geopolíticos y sanciones comerciales— han reforzado el atractivo de los metales como refugios de valor seguros.
El fenómeno también se ha visto reforzado por la idea de que los inversores están “haciendo la jugada del año” al posicionarse en metales, dado que estos han superado el rendimiento de muchas clases de activos tradicionales en 2025. El impulso técnico en el mercado y la participación de operadores tanto institucionales como minoristas contribuyen a la robustez de este rally de precios.
Las proyecciones para 2026 continúan favoreciendo a los metales preciosos, con algunas estimaciones que sugieren que el oro podría incluso acercarse o superar los USD 5.000 por onza si persisten las condiciones que han impulsado la demanda este año.
