El Gobierno disuelve el plan Procrear y cierra la asistencia para créditos hipotecarios
La resolución del Ministerio de Economía pone fin a un programa de vivienda emblemático y justifica la decisión por el impacto fiscal y las irregularidades encontradas.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El gobierno de Javier Milei le puso punto final al Procrear, el histórico plan para facilitar el acceso a la vivienda que se había lanzado allá por 2012, durante la presidencia de Cristina Kirchner. La decisión quedó oficializada con la resolución 764/2025 del Ministerio de Economía, que se publicó en el Boletín Oficial. Con eso, se disolvió el fondo fiduciario que manejaba todo el programa.
Este recorte no llega solo: forma parte del paquete de recortes y ajustes que impulsa la Ley Bases, y significa que ya no habrá más ayuda financiera estatal para quienes quieran comprarse su primer techo. Desde Economía explicaron que el Procrear le generaba un peso muy grande al Estado, y además, remarcaron que había “irregularidades” en cómo se venía gestionando.
A partir de ahora, todo lo que queda del plan va a pasar a un banco privado, que se va a encargar de seguir administrando los préstamos que todavía están vigentes.
Las casas que no estaban en construcción o bajo contrato pasarán a manos de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), que decidirá qué hacer con ellas. Además, toda la plata que entre por el pago de los créditos que siguen vigentes irá directo al Tesoro Nacional, después de descontar los honorarios de administración.
Para quienes ya están pagando un crédito del Procrear, hay una buena: se mantienen las condiciones originales, o sea que no les cambian las reglas del juego. La estabilidad de esos contratos está asegurada, al menos por ahora.
Mientras tanto, el crédito hipotecario volvió a aparecer, pero de la mano de los bancos privados. Solo en los primeros cuatro meses de 2025 se entregaron 12.000 préstamos, superando el total de todo 2024. Sin embargo, el volumen sigue siendo bajo si se lo compara con otros países de la región, donde los créditos de este tipo están mucho más desarrollados.
Eso sí: las tasas de interés siguen altísimas, cerca del 8% anual, lo que frena el acceso y pone un techo al crecimiento del sector. Así, aunque la oferta volvió, el sueño de la casa propia sigue siendo un objetivo lejano para muchos, sobre todo sin el respaldo del Estado que ofrecía el viejo Procrear.