El FMI llegará a Argentina para revisar el cumplimiento de metas del programa de U$S 20.000 millones en julio
Una misión del FMI llegará en las próximas semanas para revisar el cumplimiento de las metas del nuevo programa, aplazando la evaluación de reservas que debía ser el 13 de junio, lo que le otorga más margen al Gobierno para acumular divisas.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Una nueva misión del Fondo Monetario Internacional está a punto de aterrizar en la Argentina. La visita, que se espera para las próximas semanas, tiene como objetivo revisar si el Gobierno viene cumpliendo con las metas acordadas en el último programa firmado en abril, por un total de 20 mil millones de dólares. La evaluación estaba prevista para el 13 de junio, pero se postergó para principios de julio. ¿Qué significa esto? Básicamente, un poco más de aire para que el equipo económico junte los 4.000 millones de dólares que hacen falta para cumplir con el objetivo de reservas pactado con el Fondo.
El nuevo acuerdo establece que las Reservas Internacionales Netas (RIN) deberían ubicarse en los -500 millones de dólares, una mejora considerable si se tiene en cuenta que, al 31 de marzo, estaban en -4.900 millones. Desde que se puso en marcha este sistema de flotación con bandas cambiarias, el Banco Central viene esquivando la compra de dólares en el mercado para no empujar el tipo de cambio, priorizando mantener a raya la inflación.
Pero las cuentas siguen sin cerrar del todo. Esta semana, las reservas cayeron a 37.800 millones de dólares, unos 1.500 millones menos que a fines de abril. El dato contrasta fuerte con lo que había dicho el presidente Javier Milei hace poco más de un mes, cuando en cadena nacional aseguró que en mayo íbamos a llegar a los 50.000 millones. Claramente, el número quedó lejos.
En los papeles, el Gobierno tiene un plan de financiamiento externo por 32.000 millones de dólares, que incluye fondos del FMI, el Banco Mundial, el BID y un acuerdo REPO con el propio BCRA. Pero después del ingreso extraordinario de abril —gracias a algunos préstamos internacionales—, en mayo los dólares frescos dejaron de entrar, y eso se nota. Lo más llamativo es que esto ocurre en plena temporada de cosecha gruesa, una etapa que históricamente debería aportar un buen caudal de divisas, se estima unos 3000 millones más.
Si se mira en perspectiva, la situación es todavía más cruda. Comparado con el récord histórico de reservas que se alcanzó el 9 de abril de 2019 —cuando había 77.481 millones de dólares en las arcas del BCRA—, hoy hay casi 38.500 millones menos. Es una caída del 49,76%, casi la mitad del stock.
Así las cosas, el Gobierno sigue caminando por la cuerda floja mientras espera la llegada del FMI. La misión que viene a revisar los números no sólo buscará ver si se cumplieron las metas, sino también si hay voluntad (y capacidad) de seguir por este sendero. Por ahora, el calendario le da un poco más de tiempo a Milei. Pero el margen, como las reservas, cada vez es más chico.