El uso de efectivo en Argentina cae a su nivel más bajo en casi cinco años

Los billetes en circulación disminuyeron un 43% desde julio de 2024, impulsados por el auge de los pagos digitales y las tarjetas de crédito, según datos del Banco Central.

El uso del dinero en efectivo en Argentina registró un descenso, alcanzando su nivel más bajo en casi cinco años, según datos recientes del Banco Central de la República Argentina (BCRA). A mediados de diciembre de 2025, la cantidad de billetes en circulación se situó en 6.752,5 millones, una cifra que no se veía desde mediados de 2021.

 

Una caída del 43% respecto del máximo registrado en julio de 2024, cuando circulaban 11.859,2 millones de billetes, refleja un cambio profundo en los hábitos de pago de los argentinos. Además, las extracciones en cajeros automáticos muestran una caída notable. En septiembre de 2025, se registraron 48,4 millones de retiros, menos de la mitad comparado con los picos superiores a 118 millones que se alcanzaron en los diciembres de 2019 y 2021. Este descenso coincide con un menor uso del efectivo y una menor demanda de dinero en efectivo en la economía.

 

El circulante se mantiene en torno al 6,2% del Producto Bruto Interno (PBI), que corresponde al nivel más bajo en los últimos años, de acuerdo con el último Informe de Inclusión Financiera publicado por el BCRA a fines de octubre y referido al primer semestre de 2025. Para dimensionar, hace menos de tres años, los bancos debían recargar los cajeros automáticos hasta tres veces por día.

 

Los expertos atribuyen esta tendencia a la adopción de pagos digitales, que continúan desplazando al efectivo, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Según los informes del BCRA, predominan las transferencias inmediatas ‘push’ y los pagos con transferencias interoperables, que facilitan transacciones rápidas y seguras sin necesidad de billetes físicos.

 

Otro factor que influyó en la reducción del uso de efectivo fue la decisión de emitir billetes de alta denominación, como los de $10.000 y $20.000, que reemplazaron a los de menor valor y, en consecuencia, disminuyeron la necesidad de realizar múltiples extracciones. Finalmente, el bajo dinamismo de la actividad económica también contribuye a esta tendencia, ya que una economía menos activa genera menor demanda de dinero en efectivo para transacciones diarias.

 

El Banco Central reafirma su compromiso con la inclusión financiera, promoviendo la digitalización y la seguridad en los pagos. Sin embargo, advierte que el efectivo seguirá siendo fundamental para sectores vulnerables y zonas rurales donde la conectividad limitada. Por ello, las autoridades insisten en mantener un equilibrio entre la modernización financiera y el acceso universal, garantizando que la transición hacia lo digital no excluya a quienes dependen del efectivo para sus operaciones cotidianas.

 

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