Argentina enfrenta demanda de bonistas por USD 1700 millones tras fallo en Londres
La nueva demanda surge a raíz de un litigio anterior perdido en Gran Bretaña, donde los fondos afirman que la intervención del INDEC durante el gobierno de Cristina Kirchner les causó pérdidas.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Una vez más, la Argentina está en el ojo de la tormenta judicial, esta vez por una demanda que supera los 1.700 millones de dólares. El reclamo lo hicieron bonistas que aseguran haber salido perjudicados por los manejos del INDEC cuando Guillermo Moreno estaba al frente, durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El juicio arrancó en Washington D.C., pero tiene historia: se desprende de una causa anterior en Londres que todavía no se pagó. Sebastián Maril, de Latam Advisors, explicó que ya no hay más instancias legales en este caso y que, según los fondos demandantes, el Gobierno no puso un peso para cumplir con el fallo.
A principios de este año, el gobierno argentino había dicho en conferencia de prensa que estaban conversando con los acreedores, pero las charlas no llegaron a buen puerto. De acuerdo a los fondos, Argentina reconoció que la deuda existe, pero no puso la plata.
La demanda fue impulsada por cuatro fondos de inversión —entre ellos Palladian Partners LP— que juntos tienen el 48% de los bonos emitidos entre 2005 y 2010. Esos bonos estaban atados al crecimiento del PBI y se ofrecieron como parte del canje de deuda de 2005, prometiendo pagos extra si al país le iba bien.
El conflicto arrancó cuando, en 2013, el INDEC cambió la forma de calcular el Producto Bruto Interno, lo que hizo que el crecimiento "oficial" se viera más bajo de lo que realmente era. Esto afectó los pagos prometidos por los llamados “cupones PBI”.
En su momento, la Justicia británica ya había condenado a Argentina por este tema. Para poder apelar el fallo, había que poner una garantía de 337 millones de dólares en un fideicomiso. Eso fue lo que hizo el actual gobierno de Javier Milei, tratando de ganar tiempo y evitar desembolsar de una el monto total, que ronda los 1.400 millones de dólares.