Adiós a las retenciones: el Gobierno liberó las exportaciones mineras para captar inversiones
Con el Decreto 563/2025, el oficialismo sacó las retenciones a la minería y eliminó un régimen especial para el cobre. Apunta a hacer más competitivo al sector y atraer dólares, sobre todo en provincias clave como San Juan, Jujuy, Catamarca y Santa Cruz.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El Gobierno de Javier Milei sigue firme con su cruzada por abrir la economía y hacerla más "amigable" para los que quieran invertir. Esta vez le tocó el turno al sector minero, que desde hoy deja de pagar retenciones por exportar sus productos. Así lo establece el Decreto 563/2025, publicado este jueves en el Boletín Oficial, donde además se elimina un régimen que buscaba promover la venta de cobre al exterior, pero que —según se reconoció oficialmente— nunca funcionó.
La medida alcanza a todo el sector: desde la minería no metalífera hasta la extracción de piedras preciosas, pasando por las rocas de aplicación y los combustibles. Todo con alícuota del 0%. Una señal fuerte para un rubro que, según el propio Gobierno, explica el 80% de lo que exportan provincias como Jujuy, Santa Cruz, San Juan y Catamarca.
Además, el Ejecutivo volvió a insistir en su mantra: menos impuestos, menos trámites, más libertad económica. En ese sentido, explicaron que esta baja de retenciones está en línea con otras medidas que buscan simplificar el comercio exterior, desburocratizar procesos y mejorar la posición argentina en el mapa internacional.
Un dato no menor es la baja del llamado “Registro Optativo de Exportaciones de Cobre”, creado en 2022 con la intención de facilitar exportaciones de ese mineral. Pero como nadie se inscribió ni lo usó, directamente lo dieron de baja por decreto.
La jugada apunta a transformar a la minería en uno de los pilares de la recuperación económica que busca el Gobierno, con un ojo puesto en el ingreso de dólares y otro en la generación de empleo, sobre todo en provincias donde la actividad tiene peso propio. En un contexto donde sobran las tensiones cambiarias y faltan billetes verdes, cualquier motor exportador es bienvenido.