Cómo proteger a tus plantas del sol: consejos prácticos para evitar quemaduras
Con estas medidas, tus plantas estarán mejor protegidas contra los efectos del calor y del sol intenso, manteniéndose saludables y vibrantes durante todo el verano. ¡Recordá que un pequeño esfuerzo puede marcar una gran diferencia para tus amigos verdes!
Por redacción
Con el verano acercándose y las temperaturas en ascenso, las plantas de interior y exterior pueden sufrir daños por el exceso de exposición al sol. Las quemaduras en hojas y flores son comunes cuando la radiación solar es muy intensa, especialmente en especies sensibles o en aquellas que no están adaptadas al calor extremo. Aquí te ofrecemos algunos consejos clave para cuidar tus plantas y mantenerlas saludables durante la temporada más calurosa.
1. Conocer las necesidades de cada planta
No todas las plantas tienen los mismos requerimientos de luz. Mientras que las suculentas y los cactus disfrutan del sol directo, otras, como los helechos o las calateas, prefieren la sombra parcial. Identifica las necesidades específicas de tus plantas para ubicarlas en el lugar adecuado.
2. Crear sombras estratégicas
Si tienes plantas en exteriores, usa sombrillas, mallas de sombreo o toldos para filtrar la luz solar más intensa, especialmente entre las 11 a. m. y las 4 p. m., cuando el sol es más fuerte. Para las plantas de interior, es útil colocar cortinas traslúcidas en ventanas expuestas al sol.
3. Riego adecuado y en el momento correcto
El riego es esencial, pero debe hacerse estratégicamente. Riega tus plantas temprano en la mañana o al atardecer para evitar que el agua se evapore rápidamente o que las gotas en las hojas actúen como lupas y causen quemaduras.
4. Proteger las raíces
El exceso de calor puede secar rápidamente el sustrato, afectando las raíces. Usa mantillo o cubre la tierra con hojas secas o cortezas para mantener la humedad y reducir el impacto del calor directo.
5. Evitar el cambio brusco de ubicación
Mover una planta de sombra a sol directo puede causar estrés y daños graves. Si necesitas aclimatar una planta a más luz, hazlo gradualmente, exponiéndola al sol por períodos cortos cada día.
6. Supervisar y podar
Revisa las hojas con regularidad para detectar signos de quemaduras: bordes marrones, manchas secas o decoloración. Si encuentras hojas dañadas, retíralas para que no afecten al resto de la planta.
7. Usar fertilizantes con cuidado
Evita fertilizar en días muy calurosos, ya que esto puede estimular un crecimiento que el calor puede dificultar. Prefiere abonar tus plantas durante las temporadas de menor estrés térmico.