Beneficios de llevar perros a la oficina: una nueva era laboral PetFriendly
Cada vez más empresas permiten que empleados lleven a sus perros al trabajo, lo que potencia un ambiente relajado y comunicativo.
Por redacción
Para muchas personas, tener una mascota siempre ha sido un deseo, pero las responsabilidades a menudo dificultan su realización. La alemana Warning relata su experiencia: "Siempre he querido tener animales, pero dejarlos todo el día solos en casa no era una opción". Sin embargo, su vida dio un giro al comenzar a trabajar de manera independiente, lo que le permitió llevar a su perro al trabajo y así cumplir su anhelo.
La incorporación de perros en las oficinas se ha vuelto cada vez más habitual, según señala Markus Beyer, entrenador canino y presidente de la Asociación Perros de Oficina. Este fenómeno no solo beneficia a los dueños de las mascotas, sino también a sus compañeros de trabajo. Beyer menciona que quienes llevan a sus perros a la oficina disfrutan de ventajas prácticas: "El que lleva el perro al trabajo no tiene que dejarlo solo en casa, ni organizar que alguien lo cuide".
Además de las ventajas para los dueños, los colegas también se ven beneficiados, ya que las mascotas pueden generar un ambiente más relajado. "Las personas liberan oxitocina —la llamada hormona del amor o de la unión— cuando están en contacto con un perro, y viceversa", explica Beyer. Esto puede resultar en empleados más equilibrados y tranquilos, lo que es esencial en entornos laborales a menudo estresantes.
No obstante, Beyer subraya la importancia de establecer normas claras antes de permitir la presencia de perros en las oficinas. Reconoce que no a todos les gustan los animales y que algunos pueden sentirse incómodos o temerosos de ellos. Por lo tanto, es crucial definir límites en cuanto al espacio que ocupará el perro dentro del lugar de trabajo. "Cada empleado debe tener la posibilidad de decidir si desea tener contacto con el perro", aclara.
Jutta Boenig, presidenta de la Sociedad Alemana de Orientación Profesional, agrega que la adaptación de un perro en la oficina puede depender del tipo de sector. Por ejemplo, las áreas creativas, como las agencias de publicidad y los estudios de arquitectura, suelen ser más receptivas a la presencia de perros que otros sectores como la industria o la banca.
Sin embargo, Beyer y Boenig coinciden en que, independientemente del entorno, es fundamental seguir una serie de reglas para garantizar que la presencia del perro no cause inconvenientes. "El perro debe estar limpio y entrenado". Además, es importante que las salidas con el animal no interfieran con el trabajo de los otros empleados, sugiriendo que los trabajadores se turnen para llevar al perro fuera.
Si se cumplen estas condiciones, un perro puede ser un verdadero enriquecimiento en el ámbito laboral. Boenig destaca que "un perro de oficina une a los empleados y refuerza el sentido de comunidad, lo que redunda en el beneficio de toda la empresa", señalando que, en tiempos de alta presión laboral, la presencia de una mascota puede brindar un toque de buen humor que beneficie a todos.
Por último, se recomienda realizar sesiones de adaptación donde los empleados puedan interactuar con los perros antes de su inclusión definitiva. Esto ayudará a reducir temores y a fomentar la convivencia armoniosa en el espacio laboral. Con las pautas adecuadas, los perros pueden convertirse en un valioso recurso para mejorar la dinámica de trabajo.