Qué significa que tu perro tenga la lengua afuera en verano

Los perros, parte esencial de la familia, requieren cuidados especiales en verano. Es crucial mantenerlos hidratados y estar atentos a signos de deshidratación o problemas de salud durante las altas temperaturas.

Por redacción

Martes 07 de enero del 2025 a las 11:00 am

 

Los perros son considerados por muchas personas como parte fundamental de la familia, brindando alegría y compañía a lo largo del tiempo. Es importante recordar que tener un perro conlleva una gran responsabilidad, especialmente durante el verano, cuando las altas temperaturas pueden afectar tanto a los animales como a los humanos.

 

Para los canes, mostrar la lengua es una forma de comunicar sus sentimientos, similar al movimiento de la cola, que denota alegría.

 

En particular, si un perro mantiene su lengua afuera durante gran parte del día, esto se relaciona con su método de regulación de la temperatura corporal. A diferencia de las personas, los perros no sudan; en cambio, jadean para refrescarse. Al sacar la lengua, permiten que el aire pase sobre su saliva, enfriando su organismo. Este mecanismo resulta crucial después de realizar actividad física o durante días calurosos.

 

Existen diversas razones por las cuales los perros pueden sacar la lengua. Por ejemplo, el estrés o la excitación pueden incrementar el jadeo, y, por ende, la exposición de la lengua.

 

Asimismo, algunos perros simplemente lo hacen cuando se sienten cómodos o descansando. En casos menos frecuentes, puede ser una señal de problemas de salud, como daños dentales, problemas neurológicos o afecciones respiratorias, siendo más habitual en razas de hocico corto.

 

Si se observa que un perro saca la lengua de manera inusual o excesiva, esto podría ser indicativo de deshidratación, agotamiento por calor o algún problema de salud. La deshidratación en perros es seria, pero puede prevenirse con cuidados básicos.

 

Cómo mantener hidratados a nuestros perros en verano

Es crucial proporcionar agua fresca y limpia de manera constante, cambiándola varias veces al día en días calurosos y utilizando recipientes de acero inoxidable o cerámica para evitar la proliferación de bacterias. También es importante monitorear el consumo de agua, ya que un perro promedio necesita entre 50 y 60 mililitros de agua por kilogramo de peso corporal diariamente. En caso de que el perro beba menos de lo habitual, se pueden ofrecer recipientes en diferentes lugares para incentivar su ingesta.

 

Durante días de calor y en momentos de ejercicio, es fundamental mantenerlo hidratado, evitando paseos en las horas pico. Llevar agua durante las caminatas y considerar incorporar alimentos húmedos puede complementar su hidratación. Además, es esencial crear espacios con sombra y evitar que el perro permanezca en un auto, incluso brevemente.

 

Los signos de deshidratación a los que se debe prestar atención incluyen encías secas, pérdida de elasticidad en la piel, letargo, jadeo excesivo o nariz seca. Ante la presencia de estos síntomas, siempre es recomendable consultar a un veterinario para asegurar la salud del animal.

 

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