León XIV asumió como Papa con un contundente mensaje por la paz y la unidad

En su primera misa, León XIV llamó a la unidad de la Iglesia y a construir un mundo en paz. Ante miles de fieles y líderes, denunció las desigualdades económicas y el sufrimiento que provocan las guerras en diversas partes del mundo.

Por redacción

Lunes 19 de mayo del 2025 a las 12:02 pm

 

El Papa León XIV hizo un fuerte llamado a la unidad de la Iglesia durante su inauguración este domingo, destacando su deseo de que esta actúe como “fermento para un mundo reconciliado”. La ceremonia, que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro ante una multitud de más de 200.000 fieles y líderes internacionales, marcó el inicio de su pontificado como el primer papa estadounidense en la historia.

 

Durante la misa, el nuevo pontífice instó a los presentes a “construir un mundo nuevo donde reine la paz”, enfatizando la necesidad de una Iglesia unida. Su mensaje resonó con fuerza mientras declaraba: “Quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión”. La emotividad del momento fue palpable, y el papa se mostró visiblemente conmovido al recibir los emblemas papales, incluyendo el Anillo del Pescador, símbolo de su nueva posición.

 

León XIV, de 69 años, reflexionó sobre la magnitud de su elección, expresando que fue seleccionado “sin tener ningún mérito” y se dirigió a la multitud como un “hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría”. Del mismo modo, hizo hincapié en que el papel de la Iglesia es crucial para combatir “demasiada discordia” y “demasiadas heridas causadas por el odio y la violencia”.

 

El nuevo papa subrayó su intención de continuar la denuncia de las desigualdades económicas, un eco de la labor de su predecesor, el papa Francisco. Sin embargo, su estilo parece diferir en formalidad, evidenciado por su elección de llevar la capa roja papal en un gesto que ha satisfecho a los sectores más tradicionalistas de la Iglesia.

 

Las figuras presentes

Con una audiencia compuesta por aproximadamente 200 delegaciones internacionales, figuras importantes como el vicepresidente estadounidense JD Vance, el presidente de Ucrania Volodimir Zelensky y varios líderes latinoamericanos estuvieron presentes para presenciar este histórico evento. En un gesto de distensión y hermandad, Vance se levantó para estrechar la mano de Zelensky, en un momento que atrajo muchas miradas.

 

La ceremonia también reforzó la dualidad de la nacionalidad del papa, ya que las delegaciones de Estados Unidos y Perú ocupaban sitiales privilegiados en la ceremonia. Un alto número de líderes latinoamericanos, entre ellos la presidenta peruana Dina Boluarte, acompañó la representación del continente, mientras que los reyes de España y la primera ministra italiana también formaron parte de la comitiva europea.

 

Incluso destacaron representantes de diversas religiones, incluidas 36 iglesias cristianas y miembros de la comunidad judía. Al finalizar la misa, el papa anunció su deseo por una “paz justa y duradera” en Ucrania, y tuvo palabras de aliento para la población de Gaza, recordando la importancia del sufrimiento de las personas.

 

León XIV también rindió homenaje a su predecesor, el papa Francisco, a quien reconoció por haber dejado un vacío en los corazones de los fieles tras su fallecimiento. Su mensaje estuvo acompañado de un agradecido aplauso del público, que se sintió identificado con su mensaje de continuidad.

 

La jornada se vio marcada por rigurosas medidas de seguridad, y la multitud no contuvo su alegría. El papa, en su primer recorrido por la Plaza de San Pedro en el papamóvil, se tomó su tiempo para saludar a los presentes, provocando el entusiasmo de quienes lo vieron con sus teléfonos listos para capturar el momento.

 

Con un inicio de pontificado lleno de deseos de unidad y un claro mensaje social, León XIV enfrenta importantes desafíos en la conducción de una Iglesia católica que debe abordar cuestiones persistentes. Desde los escándalos de abusos sexuales a menores hasta debatir sobre el papel de la mujer en la institución, su liderazgo se vislumbra como una travesía llena de retos y esperanzas. Durante su primera semana, ha comenzado a manifestar su compromiso con causas sociales y su disposición a actuar en conflictos internacionales, estableciendo el tono de su papado.

 

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