El vínculo entre perros y dueños: similitudes físicas y emocionales reveladas por un nuevo estudio científico
Un estudio del Instituto de Geoantropología Max Plank reveló que la relación entre perros y sus dueños implica factores biológicos y psicológicos que explican las similitudes en apariencia y personalidad, más allá de simples coincidencias.
Por redacción
El vínculo que une a los perros con sus dueños ha sido objeto de interés durante años en el ámbito científico. Un reciente análisis realizado por el Instituto de Geoantropología Max Plank ha aportado datos reveladores sobre las razones detrás de las similitudes físicas y psicológicas entre canes y humanos.
El estudio resalta dos elementos esenciales que explican esta conexión. En primer lugar, se observa que las personas suelen elegir perros que les resultan familiares tanto en aspecto como en comportamiento. Esta elección está influenciada por una atracción natural hacia lo que es conocido, lo que afecta la decisión de forma casi inconsciente. A medida que transcurre el tiempo, tanto los perros como sus dueños modifican sus conductas y emociones, lo que refuerza las similitudes que comparten.
En cuanto a los rasgos físicos que los unen, los investigadores notan patrones intrigantes. Por ejemplo, los individuos con cabello largo tienden a seleccionar perros con orejas largas, mientras que aquellos con cabello corto prefieren perros de orejas más cortas. Asimismo, se establecen conexiones entre los ojos de los dueños y sus perros, logrando emparejar fotografías de ambos únicamente basándose en esta característica.
Además de las similitudes físicas, la coincidencia en la personalidad también juega un rol fundamental. Los dueños extrovertidos suelen tener perros más sociables, mientras que aquellos con tendencias a la ansiedad a menudo comparten esta característica con sus mascotas, que exhiben comportamientos nerviosos. Este fenómeno se denomina co-regulación emocional, donde las emociones y acciones de los humanos y de sus perros se afectan recíprocamente a lo largo del tiempo.
El papel del aprendizaje también se destaca en esta relación. Los perros, ávidos observadores, imitan los comportamientos de sus dueños, lo que provoca una adaptación mutua. De hecho, tanto perros como humanos tienden a volverse más serenos y menos impulsivos con el paso del tiempo, revelando así una sincronización y adaptación entre ellos.
Por otro lado, incluso en el contexto de los gatos, las personalidades de los dueños tienen un impacto significativo. Un estudio de la Universidad de Liverpool revela que los dueños con altos niveles de ansiedad e irritabilidad suelen tener gatos con comportamientos problemáticos, mientras que aquellos con personalidades organizadas y responsables son más propensos a tener gatos tranquilos.
Estos hallazgos no solo nos brindan una mejor comprensión de la relación entre humanos y mascotas, sino que también subrayan la relevancia de la interacción emocional y cómo las personalidades de los dueños influyen en el bienestar de sus animales.