Día de los Muertos: ¿Por qué se celebra hoy y cuál es su significado?

El Día de los Muertos es una festividad única que nos enseña a ver la muerte de una manera diferente. Conocé todo sobre esta celebración en la nota.

Por redacción

Viernes 01 de noviembre del 2024 a las 11:39 am

 

Cada 1 y 2 de noviembre, México y varios países de América Latina celebran el Día de los Muertos, una de las festividades más coloridas y significativas en la región, especialmente en México, donde esta fecha tiene un profundo arraigo cultural y espiritual. Pero, ¿por qué se celebra en estas fechas y cuál es el sentido de este ritual que reúne a millones de personas en torno a recuerdos, altares y tradiciones ancestrales?

 

Origen del Día de los Muertos

El Día de los Muertos tiene raíces tanto en las culturas indígenas de Mesoamérica como en las costumbres católicas que llegaron con la conquista española en el siglo XVI. Los antiguos pueblos de México, como los aztecas, mayas y purépechas, tenían la creencia de que la muerte era solo una parte de un ciclo eterno de vida. Para ellos, la muerte no representaba un fin, sino una transformación. Durante esta celebración, honraban a sus seres queridos que habían fallecido, ofreciendo comida y otros elementos que los acompañaran en su viaje al mundo de los muertos.

 

Con la llegada de los españoles y la evangelización, estas tradiciones se fusionaron con la celebración católica del Día de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de los Fieles Difuntos (2 de noviembre). Así, el sincretismo entre las culturas indígenas y las tradiciones cristianas derivó en la celebración actual del Día de los Muertos, que preserva el respeto y la devoción hacia los ancestros.

 

 

¿Por qué se celebra hoy, 1 y 2 de noviembre?

El 1 de noviembre es conocido como el Día de Todos los Santos, una festividad católica en la que se recuerda a los niños y bebés fallecidos, conocidos como “angelitos” en México. Este día está dedicado especialmente a ellos. El 2 de noviembre, en cambio, se conmemora el Día de los Fieles Difuntos, enfocado en los adultos que han partido. Esta estructura de dos días es una tradición que permite honrar tanto a los más jóvenes como a los mayores, reconociendo y celebrando sus vidas.

 

 

Altares y ofrendas: Un homenaje a los que se han ido

El altar de muertos es el corazón de esta celebración. Las familias preparan altares en sus hogares o en los cementerios, adornándolos con elementos simbólicos que buscan guiar a las almas de sus seres queridos de regreso a casa. Las ofrendas son cuidadosamente dispuestas y representan una combinación de símbolos indígenas y cristianos. Los elementos más comunes son:

 

  • Fotografías: Para recordar a los seres queridos fallecidos.
  • Velas: Representan la luz que guía a las almas de regreso a sus hogares.
  • Flores de cempasúchil: Su color y aroma atraen a las almas hacia el altar, guiándolas a través del camino.
  • Incienso o copal: Ayuda a purificar el ambiente y elevar las oraciones.
  • Comida y bebida: Los platillos y bebidas favoritos del difunto, para que pueda disfrutar de sus sabores preferidos en su visita.
  • Pan de muerto: Un pan especial decorado con huesos cruzados, que simboliza el ciclo de la vida y la muerte.

Cada objeto tiene un significado profundo y específico, y el proceso de armar el altar es en sí un acto de amor y devoción, una forma de conectar con aquellos que se han ido, mostrando que, aunque físicamente ya no están, su esencia sigue viva en el recuerdo de sus familias.

 

 

Más que una festividad: el Día de los Muertos como patrimonio cultural

El Día de los Muertos fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2008, reconociendo su importancia como un símbolo de identidad y tradición. Este reconocimiento resalta cómo la celebración es una forma de acercarse a la muerte sin temor, celebrando la vida y los recuerdos compartidos. Es un día en el que se recuerda la importancia de honrar y respetar a los ancestros, transmitiendo de generación en generación el legado de la familia.

 

En muchas comunidades, esta festividad no se limita a la noche del 1 y 2 de noviembre. La preparación del altar y las ofrendas comienzan desde varios días antes, y las familias suelen acudir a los cementerios para decorar las tumbas de sus seres queridos, compartiendo recuerdos, música y comidas favoritas en un ambiente lleno de color y vida.

 

 

El impacto global del Día de los Muertos

En las últimas décadas, el Día de los Muertos ha ganado popularidad internacional, especialmente gracias a representaciones en películas y medios de comunicación, como la popular película Coco de Disney y Pixar. Sin embargo, es importante recordar que para las comunidades que celebran esta festividad, el Día de los Muertos es mucho más que una representación colorida: es una ceremonia sagrada que invita a la reflexión y la conexión con el pasado.

 

Hoy en día, países de todo el mundo adoptan algunas de las tradiciones de este día, especialmente en lugares con una alta población de origen mexicano o latinoamericano, como Estados Unidos, donde se realizan desfiles, festivales y altares en honor a los difuntos.

 

 

La esencia del Día de los Muertos

El Día de los Muertos es una festividad única que nos enseña a ver la muerte de una manera diferente. Para quienes participan en esta tradición, la muerte no es un final, sino una continuación, un momento para celebrar la memoria de aquellos que, aunque ya no están en este mundo, siguen vivos en el corazón de sus seres queridos.

 

 

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