La conexión entre los amantes de los gatos y su personalidad, según la psicología actual

Estudios psicológicos, como los de la británica Verónica West, evidencian que quienes prefieren a los gatos comparten rasgos como la introspección, la empatía y un deseo de paz, reflejando la naturaleza independiente de estos animales.

Por redacción

Martes 17 de diciembre del 2024 a las 3:10 pm

 

La creciente popularidad de los gatos como mascotas despierta el interés de la psicología por entender la conexión entre estas criaturas y sus dueños. Según la psicóloga británica Verónica West, los amantes de los felinos frecuentemente comparten características que reflejan la naturaleza introspectiva y tranquila de sus compañeros peludos.

 

A diferencia de los perros, que requieren atención constante y mucha interacción, los gatos se destacan por su independencia. Esto hace que quienes prefieren a los gatos como compañía a menudo se identifiquen con este rasgo, valorando su autonomía y buscando espacios de tranquilidad.

West señala que quienes se sienten afines a los gatos suelen ser introspectivos y reservados. Estos individuos encuentran un balance entre la cercanía y la independencia en sus relaciones, eligiendo alejarse si es necesario y estableciendo límites en su entorno social.

 

"No buscan la gratificación externa, sino que están cómodos en su mundo interior", destaca la psicóloga. La conexión emocional de los amantes de los gatos también se manifiesta en rasgos distintivos. Estos son generalmente tiernos y sensibles, pero también conscientes de sus propios límites.

 

En contraste con quienes prefieren el contacto constante que brindan los perros, los “cat lovers” aprecian un afecto más sutil que respeta su espacio personal. Además, se evidencia que los dueños de gatos no requieren de la validación externa para sentirse completos.

 

Su autosuficiencia emocional les permite prosperar sin la necesidad del reconocimiento ajeno, siendo capaces de retirarse de situaciones incómodas, tal como lo hacen los gatos. La empatía también es un rasgo común entre quienes tienen gatos.

 

Estos individuos poseen una notable habilidad para comprender tanto sus emociones como las de quienes los rodean. Así como los felinos son perceptivos a las emociones de sus dueños, los amantes de gatos tienden a ser muy receptivos, lo que facilita relaciones interpersonales más profundas y auténticas.

 

Por último, el deseo de paz y tranquilidad es una característica clave. Al igual que los gatos, que buscan refugios silenciosos para descansar, estas personas prefieren ambientes serenos y armoniosos, evitando el caos y valorando la calma en su vida cotidiana.

 

Este perfil psicológico sugiere que la elección de un gato como mascota no solo responde a una preferencia estética, sino también a una búsqueda de conexión emocional más profunda. Al adoptar un felino, estas personas encuentran un compañero que refleja su propio mundo interior, creando un vínculo que trasciende lo superficial.

 

Este vínculo emocional no solo se limita a la convivencia diaria, sino que también se manifiesta en el bienestar psicológico de los dueños. Estudios sugieren que tener un gato puede reducir el estrés y la ansiedad, proporcionando un refugio emocional que se alinea con la búsqueda de calma y estabilidad que caracteriza a sus amantes.

 

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