Cómo evitar un golpe de calor: consejos para protegerte durante los días más calurosos

Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en un desafío para nuestra salud. El pronóstico de esta semana en Buenos Aires, la Costa Atlántica y varias provincias de la Argentina, advierten sobre la llegada de una ola de calor que alcanzará temperaturas extremas, y uno de los riesgos más graves de esta situación es el golpe de calor, una condición peligrosa que puede afectar a personas de todas las edades, pero especialmente a los más vulnerables, como niños, ancianos y aquellos con condiciones preexistentes.

Aquí te dejamos algunos consejos para prevenir esta afección y disfrutar del calor de manera segura.

1. Mantenerse hidratado

El principal consejo para prevenir un golpe de calor es asegurarse de beber suficiente agua durante todo el día. En días muy calurosos, el cuerpo pierde más líquidos a través del sudor, por lo que es fundamental reponerlos. Es recomendable consumir agua frecuentemente, incluso si no se tiene sed, y evitar bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que pueden deshidratar.

2. Evitar las horas de mayor calor

El sol está en su punto más fuerte entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde. Durante este periodo, es preferible evitar la exposición al sol directo. Si necesitás salir, utilizá protector solar, un sombrero y ropa ligera. Además, intentá hacer actividades físicas en horarios más frescos, como temprano en la mañana o al caer la tarde.

3. Usar ropa adecuada

Optar por prendas ligeras, sueltas y de colores claros es clave para no retener calor. Los colores oscuros absorben más el calor, mientras que los colores claros reflejan la radiación solar, ayudando a mantener la temperatura corporal más baja. No olvides usar lentes de sol con filtro solar para proteger tus ojos de los rayos UV.

4. Aprovechar la sombra y los espacios frescos

Buscá lugares frescos y ventilados para refugiarte, como parques con sombra, centros comerciales con aire acondicionado o tu propio hogar si tenés un ventilador o aire acondicionado. En caso de no contar con aire acondicionado, podés crear corrientes de aire abriendo ventanas en lados opuestos de tu casa.

5. Alimentación ligera y refrescante

En climas calurosos, es mejor evitar comidas pesadas o grasosas que demandan más energía para digerir. Optá por frutas y verduras frescas, como sandía, melón, pepino, y tomate, que tienen un alto contenido de agua y ayudan a mantenerte hidratado.

6. Reconocer los síntomas del golpe de calor

Es fundamental estar alerta ante los primeros signos de un golpe de calor, como mareos, dolor de cabeza, piel roja y caliente, respiración rápida, confusión o náuseas. Si experimentas alguno de estos síntomas, buscá un lugar fresco, bebe agua y, si los síntomas persisten, acudí a un centro de salud inmediatamente.

El golpe de calor es una emergencia médica, pero con pequeños cambios en nuestros hábitos podemos reducir considerablemente el riesgo. Durante el verano, la prevención es clave para disfrutar del sol sin poner en riesgo nuestra salud.