Cómo cuidar a las suculentas en verano: consejos para mantenerlas saludables

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, las suculentas requieren una atención especial para seguir luciendo saludables.

Por redacción

Lunes 11 de noviembre del 2024 a las 1:29 pm

 

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, las suculentas, esas plantas que tanto han ganado popularidad por su resistencia y facilidad de cuidado, requieren una atención especial para seguir luciendo saludables. Aunque estas plantas son conocidas por su capacidad para almacenar agua en sus hojas gruesas y carnosas, el calor extremo y la exposición directa al sol pueden afectar su bienestar si no se les brinda el cuidado adecuado. Te ofrecemos algunos consejos para mantener tus suculentas en su mejor estado durante la temporada de calor.

 

1. Riego: menos es más


Uno de los errores más comunes al cuidar suculentas en verano es el exceso de riego. Aunque las altas temperaturas pueden hacer que estas plantas parezcan necesitar más agua, es crucial no regarlas con demasiada frecuencia. El exceso de humedad en el suelo puede provocar la pudrición de las raíces, que es una de las principales causas de muerte en las suculentas.

 

¿Cómo saber cuándo regar? La regla general es regar solo cuando el sustrato esté completamente seco. Una forma sencilla de comprobarlo es introducir un dedo en la tierra: si se siente húmeda a más de un par de centímetros, esperar unos días más antes de regar. En general, durante los meses de calor, regar una vez a la semana suele ser suficiente.

 

 

2. Exposición al sol: luz indirecta para evitar quemaduras


Las suculentas adoran la luz, pero la exposición directa al sol de mediodía, especialmente durante los días más calurosos del verano, puede quemar sus hojas. Es importante ofrecerles luz indirecta o colocar las plantas en un lugar donde reciban sol suave durante las primeras horas de la mañana o al final de la tarde.

 

Si tus suculentas están en interiores, tratá de ponerlas cerca de una ventana soleada, pero evitá que la luz directa incida sobre ellas durante las horas de mayor calor. Si están al aire libre, procurá que estén en un lugar parcialmente sombreado o en una zona con sombra filtrada.

 

 

3. Evitar el calor extremo: ubicación estratégica


El calor extremo puede estresar a las suculentas, especialmente si están en macetas pequeñas que se calientan rápidamente. Durante los meses más cálidos, es recomendable moverlas a lugares donde no estén expuestas a corrientes de aire caliente, como cerca de aire acondicionado o en zonas con temperaturas extremadamente altas, como terrazas sin sombra.

 

Si las tenés en macetas muy pequeñas o frágiles, el calor puede afectar más rápidamente a las raíces. Considerá trasplantarlas a una maceta un poco más grande para darles espacio para crecer y protegerlas del calor directo.

 

 

4. El sustrato adecuado: drenaje es clave


Las suculentas necesitan un sustrato que drene bien, sobre todo en verano, cuando el calor puede hacer que el agua se evapore más lentamente. El uso de una mezcla de tierra específica para suculentas y cactus, o bien una mezcla casera con arena y perlita, ayudará a mantener un buen drenaje. Un sustrato bien aireado evita que el agua se acumule en las raíces y previene la aparición de hongos.

 

Es importante también asegurarse de que las macetas tengan orificios de drenaje para evitar que el agua se quede estancada.

 

 

5. Control de plagas: cuidado extra durante el verano


El calor y la humedad pueden atraer insectos y plagas que afectan a las suculentas, como cochinillas, ácaros y pulgones. Inspeccioná regularmente tus plantas, especialmente en los meses más cálidos, para detectar cualquier signo de infestación.

 

Si encontrás plagas, podés tratarlas con una solución suave de agua y jabón neutro o con un insecticida natural. Además, mantener las suculentas limpias, sin hojas muertas o en descomposición, puede ayudar a prevenir la aparición de plagas.

 

 

6. Fertilización: moderación durante el calor


Durante el verano, las suculentas están en su fase de crecimiento activo, por lo que pueden beneficiarse de una ligera fertilización. Sin embargo, es importante no sobrealimentarlas. Optá por un fertilizante líquido diluido a la mitad de su concentración habitual y aplicalo una vez al mes. Evitá fertilizar cuando la planta esté estresada por el calor o si acaba de ser trasplantada.

 

 

7. Poda y cuidado estético: eliminá lo dañado


Si alguna de tus suculentas presenta hojas quemadas por el sol o que se han vuelto amarillas debido al exceso de riego, es importante cortar estas partes para que la planta pueda concentrar su energía en las áreas saludables. La poda también ayuda a mantener una forma atractiva y favorece un crecimiento más saludable.

 

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