Claves para que el potus pueda crecer saludable sin parar

Con estos simples cuidados, tu potus debería prosperar y convertirse en una hermosa planta de interior.

Por redacción

Miércoles 19 de febrero del 2025 a las 4:33 pm

 

El potus (o pothos) es una de las plantas de interior más populares, y no es para menos: es resistente, fácil de cuidar y puede llenar de verde cualquier rincón de tu hogar. Si querés que tu potus crezca fuerte y saludable, te dejamos algunos consejos prácticos para que logres que tu planta se luzca.

 

1. Elegí el lugar adecuado


El potus se adapta a diferentes condiciones de luz, pero prefiere lugares con luz indirecta. Evita ponerlo bajo la luz directa del sol, ya que puede quemar sus hojas. Si tiene poca luz, no te preocupes, también crece bien, aunque a un ritmo más lento. Lo ideal es colocarlo cerca de una ventana, donde reciba luz filtrada.

 

2. Riego en su justa medida


Es fundamental no excederse con el riego. El potus es sensible al exceso de agua, por lo que es mejor esperar a que la tierra se seque entre riego y riego. En invierno, cuando el crecimiento es más lento, reducí la frecuencia de riego. Asegurate de que el macetero tenga buen drenaje para evitar que el agua se acumule en el fondo y genere hongos o pudrición de las raíces.

 

3. Humedad y temperatura


A esta planta le gusta la humedad, así que si tu hogar es muy seco, podés rociar sus hojas con agua de vez en cuando o ponerla en una habitación más húmeda, como el baño. En cuanto a la temperatura, el potus prefiere ambientes cálidos, entre los 18 y 24 grados, así que evitá lugares con corrientes de aire frío.

 

4. Fertilización


El potus es una planta que no requiere fertilización constante, pero una vez al mes, durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), podés aplicar un fertilizante líquido equilibrado. Esto ayudará a que crezca más rápido y con hojas más verdes. En otoño e invierno, la planta entra en un período de descanso, por lo que no es necesario fertilizarla.

 

5. Poda y esquejes


Si querés que tu potus crezca más rápido, no dudes en podarlo. Podés cortar los tallos largos y colocar los esquejes en agua para que desarrollen raíces. Luego, plantalos en tierra para tener más plantas. La poda también ayuda a que la planta se mantenga más compacta y menos desordenada.

 

6. Reemplazo de maceta


A medida que tu potus crece, es posible que se quede sin espacio para sus raíces. Si notas que el crecimiento se detiene o las raíces salen por los agujeros de drenaje, es hora de cambiarlo a una maceta más grande. Aprovechá esta oportunidad para darle un poco más de tierra fresca y enriquecida.

 

7. Control de plagas


Aunque el potus es bastante resistente, en ocasiones puede ser atacado por plagas como ácaros, cochinillas o pulgones. Controlalos rápidamente con un insecticida natural o con una solución de agua y jabón neutro. Si las hojas se ponen amarillas o presentan manchas, revise si hay plagas presentes.

 

8. Soporte para las enredaderas


El potus es una planta trepadora, así que si querés que sus enredaderas crezcan de manera más ordenada y vertical, podés usar un soporte o enrejado. De esta manera, sus tallos se irán enroscando y la planta se verá más frondosa.

 

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