La Corte Suprema de EE:UU analizará el intento de destituir a Lisa Cook en enero
El máximo tribunal escuchará en enero los argumentos sobre el intento de Donald Trump de remover a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook. El caso, sin precedentes, podría redefinir los límites del poder presidencial y la independencia del banco central.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La Corte Suprema de Estados Unidos decidió tomarse su tiempo para resolver una disputa que promete ser histórica: el intento del presidente Donald Trump de destituir a Lisa Cook, una de las gobernadoras de la Reserva Federal designada por Joe Biden. Mientras tanto, Cook seguirá en su puesto, al menos hasta que el máximo tribunal escuche los argumentos en enero.
Trump sostiene que Cook cometió fraude hipotecario antes de asumir el cargo, algo que ella niega rotundamente. Según el mandatario, esa sería “causa justa” para echarla. Pero la jueza federal Jia Cobb dictaminó que esas acusaciones no bastan para justificar su despido bajo la Ley de la Reserva Federal, que sólo permite remover a un gobernador “por causa”, sin especificar qué significa exactamente eso. Por eso, el tribunal mantiene el statu quo y analizará el caso con más profundidad.
Cook, la primera mujer negra en integrar la Junta de Gobernadores de la Fed, demandó al presidente alegando que se trata de una maniobra política para controlar la política monetaria y que su remoción atentaría contra la independencia del banco central. Sus abogados advirtieron que aceptar el planteo de Trump sería “dinamitar un siglo de autonomía” de la Fed.
El trasfondo político es evidente: Trump busca reorganizar la cúpula de la Fed en pleno año electoral, en línea con su visión de un Ejecutivo más fuerte y con mayor control sobre los organismos económicos. Si logra imponer su criterio, podría influir directamente en la política de tasas de interés y en el rumbo económico de EE.UU.
El caso pone en juego mucho más que el futuro de una funcionaria: se trata de una pulseada institucional por la independencia del banco central. Si la Corte le da la razón a Trump, sentará un precedente que permitiría a futuros presidentes moldear la política monetaria según sus intereses políticos.
Para los mercados, la incertidumbre no es buena noticia. La posibilidad de una Fed sometida a los vaivenes del poder político podría disparar la volatilidad financiera y erosionar la confianza global en la economía estadounidense. En tiempos donde la estabilidad es clave, la batalla por el control de la Fed promete sacudir más que una tasa de interés