El Carry Trade goza de buena salud, ¿Hasta cuándo puede durar?
La calma en el frente cambiario anima a los inversores a apostar al peso, en un contexto en el que el dólar ha sido domado por el momento.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Esta semana la brecha cambiaria siguió bajando y quedó por debajo del 10%, algo que no veíamos desde el 2020. ¿La razón? Un combo de factores que, por ahora, traen calma.
En julio, el ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que el Gobierno estaba listo para meter mano directamente en el dólar financiero usando las reservas del Banco Central. La idea era clara: calmar las aguas y achicar la brecha. Hasta ahora, no se jugó a fondo, porque apenas gastaron unos USD599 millones en compraventa de bonos.
Gracias a eso, esta semana el dólar MEP cerró con una brecha del 5,1%, y el CCL, con 8,6%. Un número bajísimo si miramos cómo estábamos hace unos meses.
La estrategia del Gobierno es básicamente convencer a la gente de que quedarse con pesos es negocio. Desde la city porteña sostienen que las tasas son competitivas, el dólar está tranquilo, y además el Gobierno parece estar manejando todo con cierto éxito. No tiene sentido irse al dólar si con los pesos podés hacer más plata.
Un dato que no pasa desapercibido es el famoso dólar *blend*. Este mecanismo, que obliga a canalizar el 20% de las exportaciones por el dólar financiero, metió casi USD10.000 millones al CCL entre enero y septiembre. Esto le da una mano enorme a la oferta de dólares, manteniendo las cotizaciones más calmas que un domingo sin fútbol.
No obstante las reservas netas del Banco Central están en rojo por unos USD6.500 millones. Si el dólar *blend* desaparece para mejorar ese número, el escenario podría cambiar rápido y la brecha volvería a ampliarse.
Por ahora, el panorama parece estable, pero no hay que relajarse. Si algún engranaje se sale, la historia podría ser otra. Mientras tanto, los que juegan al *carry trade* están de fiesta, pero en Argentina, ya sabemos: la calma dura lo que un caramelo en la puerta de un jardín de infantes.