El agua escasea y ahora cotiza en Wall Street
Un nuevo elemento se negocia en la Bolsa Americana, lo cual abre el debate sobre el posible desabastecimiento a nivel mundial del recurso más importante del mundo.
Por Patricio Piaggio
Contador Público - Asesor Financiero - Agente Productor
Recientemente el agua empezó a cotizar en la Bolsa de Estados Unidos, puntualmente en California, donde se acaba de negociar un contrato de futuro que compromete al agua como activo principal.
Antes de avanzar, ¿En qué consiste un “contrato de futuro”? Es un acuerdo en donde, dos partes (compradora y vendedora) en la Bolsa definen de antemano un precio a una fecha determinada sobre un activo subyacente, generalmente un commodity ( Se los denomina así a los productos agropecuarios como la soja, maíz, trigo, etc).
Este tipo de operaciones se utiliza para:
- Especulación: el especulador es aquel que considera que en el futuro la cotización de un producto agrario va a ser más alto y, por lo tanto, busca conseguir contratos de futuros baratos para que, al momento de que se cumpla la fecha de vencimiento del contrato, revender el activo a un precio mas alto de manera instantánea.
- Cobertura: Utilizado por los productores agropecuarios, el cual les permite asegurar un precio de venta y comprometer su producción, de modo tal que no tengan un sobre stock o detener su producción porque no tiene compradores.
El precio del agua en el último año en el Estado Americano duplicó su cotización, surgiendo diferentes necesidades, entre ellos los agricultores, que decidieron pactar precios a futuro de agua para que no se vean comprometidos en la escasez destinado al riego, cumplir con su producción, fijar precios y poder continuar con la rueda económica, evitando potenciales crisis y escasez de materias primas.
Para visualizar el precio de los contratos a futuro de agua se utiliza un índice, denominado NQH2O (NASDAQ VELES CALIFORNIA WATER INDEX). La determinación de la cotización del recurso surge del agua disponible para la venta en las principales cuencas fluviales de dicho Estado, en donde al inicio del mes de diciembre fue aproximadamente de 486 dólares por acre-pie(denominación americana para 1.233 metros cúbicos).
A partir de la situación planteada, se instaura un nuevo interrogante a nivel mundial, cuyo índice va a pasar a ser referencia y a replicarse a nivel mundial, donde su cotización va a variar de acuerdo a la escasez o no del mismo en el lugar en donde cotice. Primero se expandirá a los países desérticos, el cual la necesidad de agua es mayor, luego a países que tengan limitaciones o por cuestiones de pandemia sean más afectados y luego al resto de los países.
Frente a esta situación, en Argentina, si bien gran parte de la superficie está compuesta por agua, existe un gran sector que no cuenta o presenta dificultades para acceder al mismo, entre ellos el agro, ya que hay regiones productivas de Buenos Aires que no cuentan con sistema de riego directo y depende de las lluvias, muchas veces impidiendo la siembra y limitando el trabajo para millones de hectáreas, de éste modo afectando la cotización a nivel mundial de los commodities, ya que el ingreso de dólares al país es principalmente por la cosecha de soja y girasol.
El problema no es la falta del mismo a nivel mundial. Si bien el planeta Tierra está compuesto por dos tercios de agua, y se vienen desarrollando diferentes herramientas para hacerla potable, es un recurso escaso, como tal surgen necesidades, y como consecuencia la posesión del mismo, ya que hay países que es mas caro el litro de agua consumible que el de combustible.
La próxima guerra no va a ser por el petróleo, ni por oro, va a ser por el agua, hace años que venimos escuchando ésta frase, y empieza a ser realidad.