EE:UU: demócratas se llevan tres triunfos clave y un musulmán gobernará Nueva York

En las primeras elecciones importantes desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, los demócratas se impusieron en Nueva York, Virginia y Nueva Jersey. El resultado renueva el optimismo del partido rumbo a las legislativas del año que viene.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

Los demócratas arrancaron la semana con viento a favor. En una jornada electoral que muchos veían como un termómetro político del nuevo gobierno de Donald Trump, el partido logró tres victorias de peso y recuperó algo de impulso tras meses de turbulencias internas y desconcierto.

 

En Nueva York, el demócrata socialista Zohran Mamdani, de apenas 34 años, hizo historia al convertirse en el primer alcalde musulmán de la ciudad. Su triunfo, impensado hace apenas unos años, dejó en el camino al exgobernador Andrew Cuomo, que había intentado volver al ruedo como independiente. En Virginia y Nueva Jersey, las demócratas Abigail Spanberger y Mikie Sherrill también se alzaron con los cargos de gobernadoras con amplios márgenes de diferencia.

 

Los comicios, más allá de lo local, funcionaron como un ensayo general de cara a las legislativas de 2026. En un contexto de polarización y con un Trump cada vez más combativo, las urnas mostraron cierto cansancio de los votantes con el caos de Washington. Los tres candidatos demócratas pusieron el foco en la economía y el costo de vida, aunque con estilos bien distintos: Mamdani desde la izquierda más dura y las gobernadoras electas desde una línea moderada y pragmática.

 

Mamdani, que hizo campaña prometiendo congelar alquileres y ofrecer transporte y guarderías gratuitas, se convirtió en un símbolo del ala progresista del partido. Su triunfo, con más de dos millones de votos emitidos —la mayor participación desde fines de los ‘60—, encendió las alarmas en Wall Street, donde temen que un alcalde abiertamente socialista complique los vínculos con la cúpula financiera del país.

Mientras tanto, Trump reaccionó con la vehemencia que lo caracteriza. Desde sus redes sociales culpó a la derrota del hecho de que su nombre no figurara en las boletas y volvió a apuntar contra el sistema electoral, esta vez por la votación en California. También prometió recortar fondos federales para Nueva York, dejando en claro que el enfrentamiento con Mamdani recién empieza.

 

En Virginia y Nueva Jersey, las nuevas mandatarias también aprovecharon para capitalizar el malhumor con el gobierno federal. Spanberger, que derrotó a la vicegobernadora republicana Winsome Earle-Sears, celebró el resultado diciendo: “Elegimos la sensatez por encima del caos”. En Nueva Jersey, Sherrill le ganó al republicano Jack Ciattarelli y ocupará el lugar que deja Phil Murphy.

 

A pesar del empuje, los demócratas saben que falta mucho para las legislativas y que nada está asegurado. Con un país dividido y una economía inestable, cada elección local se vuelve una prueba de resistencia. Pero, al menos por ahora, el partido de Biden —y de Mamdani, Spanberger y Sherrill— puede decir que volvió a respirar.

 

De cara a los próximos meses, la gran incógnita será si este envión alcanza para sostener la unidad interna. Los demócratas moderados y los progresistas siguen tironeando por el rumbo del partido, mientras Trump busca convertir cada tropiezo en un arma política. Lo que está claro es que el tablero estadounidense volvió a moverse, y la carrera hacia 2026 promete ser de alto voltaje.

 

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