Cathie Wood, la mujer que revolucionó Wall Street | Dolarhoy.com
América|25 de marzo de 2021

Cathie Wood, la mujer que revolucionó Wall Street

Por Facundo Velastiquí

 

Una de las estrellas del momento es sin dudas Cathie Woods, CEO y fundadora de Ark Investment Management, una de las gestoras de fondos que más inversores ha atraído en los últimos tiempos.

 

Cathie, que ha llegado a la fama a sus 65 años, luego de una extensa carrera en Wall Street, ha desafiado la visión tradicional que se tenía sobre la gestión de fondos. Contrario a lo que se suele pensar, la gestión de fondos profesional es una actividad relativamente conservadora. En general, la mayoría de los fondos en los que el público minorista invierte apuntan a buscar retornos relativos, es decir, en torno a un índice de referencia o benchmark.

 

La importancia del benchmark aparece como una necesidad para explicar la naturaleza cíclica del mercado. En el mundo bursátil hay una frase muy repetida acerca de que ningún árbol crece hasta el cielo, que se utiliza para indicar la imposibilidad de los mercados de expandirse permanentemente. A todo ciclo expansivo le llega, tarde o temprano, un bear market. Utilizar un benchmark pone entonces las cosas en contexto. En determinado año, tal o cual fondo ganó un 40% en dólares ¿Estamos en presencia de un genio o simplemente el entorno acompañó? ¿Cómo le fue al mercado en general? ¿Estuvo por encima o por debajo del promedio? Lo mismo para los momentos de zozobra, perder un 20% es malo, pero si nuestra referencia perdió el 30%, es posible que el capitán del barco esté mostrando cierta pericia.

 

Un benchmark ayuda entonces a contextualizar, y la mayoría de los portfolio managers preferirán estar levemente por encima del benchmark, con un alto grado de probabilidad, acotando la posibilidad de grandes pérdidas; que quizás estar muy por encima del benchmark pero con alta probabilidad de grandes pérdidas. Es decir, generalmente, la valoración subjetiva que se asigna al riesgo de una baja, es mayor que la que se le asigna a una ganancia equivalente.

 

Sin embargo, hay portfolio managers que sí son capaces de tomarse mayores licencias, en busca de un retorno absoluto, es decir intentar obtener beneficios independientemente de lo que ocurra en el mercado. Este es el proceder que se utiliza en general en los hedge funds, o fondos de cobertura, que son fondos con mucha menor regulación que el resto, y por ello, suelen tener estrategias más osadas y un mayor índice de fracaso que los fondos regulados. A mayor riesgo, mayor recompensa potencial, pero también mayor probabilidad de fracaso. El problema con los hedge funds es que, debido a su peligrosidad, solo están disponibles para clientes institucionales o de alto poder adquisitivo, lo cual los hace inaccesibles para el inversor retail.

 

¿Qué es entonces lo no convencional en la estrategia de Cathie Wood? Detectó que en el mercado los planteos conservadores le quitaban lugar a la innovación. La mayoría de los gestores de fondos cotizantes, fuera de los hedge funds, preferían apostar por empresas bien establecidas, que en general eran las mismas que componían los benchmark contra los cuales competían, y que solo se limitaban a subponderar o sobreponderar según el momentum del mercado, o quizás a incluir tímidamente alguna que otra “apuesta”, pero no más que eso. En un mundo donde la innovación ha ido tomando un protagonismo creciente, Cathie vio una oportunidad para explotar.

 

Probablemente porque en sus inicios le tocó cubrir lo que luego serían muchas de las compañías que formarían parte del boom de internet, Cathie comprendió que quizás para muchos inversores valía la pena tomar riesgos más pronunciados y apostar a empresas que podrían llegar a cambiar el panorama mundial por completo. Su estrategia es una visión a 15 años, por lo que dice no estar preocupada por los vaivenes diarios del mercado. Y si bien algunas de las compañías en las que invierte pueden fracasar, la idea es que aquellas que logren realmente transformar el campo dónde compiten, paguen la inversión general. Es un segmento de alto riesgo, pero comprende una oferta totalmente nueva para el retail, y una forma de pensar la gestión de inversiones muy distinta a la tradicional.

 

Sus productos, al menos en este último tiempo, han demostrado tener un éxito sensacional, siendo la tercera familia de fondos cotizados que más influjo de inversiones recibió el año pasado, por casi 12 veces el importe de fondos que manejaban hasta entonces. Puede decirse que los fondos de Cathie no podrían haber sido más oportunos. Sin dudas la tendencia que avizoró se había ya puesto en marcha y se aceleró aún más a partir de la digitalización obligada por el COVID 19, aunque ya hay quienes advierten que la estrategia está llevando los riesgos al límite, al sobreexponerse a ciertos segmentos y compañías. Los fondos ARK ya concentran buenas posiciones en algunas de las acciones más especulativas del mercado, y en caso de una reversión de las expectativas, la pregunta es si habrá liquidez suficiente para dar una salida elegante, o si ARK será presa de sí mismo.

 

En general, en los fondos de alto riesgo como los Hedge Funds, cuando las cosas se ponen difíciles, los administradores pueden suspender los retiros de dinero para ganar tiempo en la liquidación de activos antes de hacer frente a los reembolsos. Eso permite aguardar precios favorables, o bien entradas de dinero fresco antes de permitir que los fondos comprometidos comiencen a afluir. Sin embargo, este no es el caso de los ETF. Debido a que cotizan en bolsa, están sujetos a las mismas reglas que cualquier otro activo de cotización pública. Y eso puede ser un problema cuando se pasa de la euforia al pánico, sobre todo si lo que el ETF trackea no es un gran mercado líquido, como en la mayoría de los casos, sino acciones especulativas.

 

En este sentido, para muchos, Cathie Wood es la cara pública de un auge tecnológico especulativo comparable con el auge y caída de las punto.com de principios de la década de 2000. El éxito de acciones tecnológicas que posee, junto con la entrada masiva de inversores, impulsó el valor combinado de sus fondos negociados a $ 60 mil millones desde $ 3 mil millones hace solo un año. Este repentino crecimiento se debe, en parte, a que algunos de sus fondos obtuvieron retornos por encima de un 140% en 2020 cuando la pandemia aceleró las tendencias de innovación. Sin embargo, a medida que la vacunación avanza en el mundo y algunas actividades se retoman, la rotación de mercado hacia sectores más tradicionales ha propinado algunos golpes a los fondos de ARK, sumados a la reciente presión por el aumento abrupto de las tasas de interés.

 

Pero Cathie no se intimida, por el contrario, en cada venta masiva redobla la apuesta sobre los nombres que son pilares de sus fondos, es una defensora a ultranza de lo que llama un “juego puro”, encontrar una buena idea y apostar fuerte a ella. En este sentido, puede decirse que Woods debe parte de su éxito al rechazo que desarrolló hacia la fórmula predecible y estable que Warren Buffett y otros expertos recomiendan para los inversores comunes: poner el dinero en fondos indexados como el S&P500, y olvidarse por completo de intentar “batir al mercado”.

 

Solo el tiempo dirá si Cathie estaba en lo correcto. Mientras tanto, a los inversores a los que les han llamado la atención los fondos de ARK deben ser conscientes de los riesgos y de que rendimientos pasados no son garantía de rendimientos futuros.

 

*Disclaimer legal: Tenga en cuenta que existen riesgos asociados con la inversión en valores, incluida la posible pérdida de capital, de conformidad con la Norma FINRA 2210 (d)(1)(A)