Educación financiera: claves para entender la volatilidad y el riesgo

Para proteger tu patrimonio y tomar buenas decisiones, hay un aspecto fundamental que no podemos dejar de lado: el riesgo.

Por Mariano Ricciardi

Director BDI Consultora

Viernes 13 de junio del 2025 a las 10:42 am

 

A la hora de invertir, muchas personas suelen mirar solo el rendimiento; cuánto ganaron, qué porcentaje rindió su fondo, o cómo le fue a esa acción en el último año. Pero para proteger tu patrimonio y tomar buenas decisiones, hay un aspecto fundamental que no podemos dejar de lado: el riesgo.

 

¿A qué llamamos “riesgo” en finanzas?


 En términos simples, es la posibilidad de que una inversión no tenga el resultado esperado. Por eso, existen varios indicadores que nos ayudan a entender y comparar el nivel de riesgo de distintos instrumentos. Te explico, de manera sencilla, cuatro de los más importantes: desviación estándar, beta, alpha y ratio de Sharpe.

 

 

1. Desviación estándar: ¿Cuánto puede variar tu inversión?


La desviación estándar es una medida estadística que nos dice cuánto fluctúan los rendimientos de una inversión respecto de su promedio. Si una inversión tiene una desviación estándar alta, significa que sus precios suelen subir y bajar mucho. Si es baja, su valor es más estable y predecible.

 

Ejemplo:
 Imaginá dos fondos de inversión.

 

  • El fondo A (de acciones) rindió en promedio un 10% anual en los últimos cinco años, pero con subas y bajas importantes: a veces ganó 25%, otras perdió 10%.

 

  • El fondo B (de bonos) rindió 6% anual, pero sus variaciones fueron muy leves, solo subía o bajaba 2 o 3 puntos.

 El fondo de acciones tiene más volatilidad: mayor potencial de ganancia, pero también de pérdida.

 

2. Beta: ¿Cómo reacciona tu inversión ante el mercado?


El beta nos ayuda a saber cómo se mueve una inversión en relación al mercado en general (por ejemplo, el S&P 500 en EE.UU.).

 

  • Un beta de 1 significa que el activo suele moverse igual que el mercado.
  • Un beta menor a 1 es menos volátil (más estable).
  • Un beta mayor a 1 es más volátil (sube y baja más fuerte).


Ejemplo:
 Si el mercado sube 10% y tu acción tiene beta 0,8, probablemente suba solo 8%. Si tiene beta 1,3, podría subir 13% o bajar más fuerte si el mercado cae.

 

3. Alpha: ¿tu inversión suma valor frente al promedio?


El alpha mide si un fondo o acción logra ganarle (o no) al mercado, descontando el riesgo asumido.

 

  • Un alpha positivo significa que el fondo “batió” al mercado.
  • Uno negativo, que quedó por debajo del promedio.


Ejemplo fácil:
 Un fondo con alpha +2% le ganó al mercado por dos puntos. Si tiene alpha -1%, quedó por debajo del benchmark.

 

4. Ratio de Sharpe: ¿Cuánto te pagan por el riesgo que asumís?


El ratio de Sharpe responde a una pregunta clave:
 ¿Vale la pena asumir más riesgo por ese rendimiento extra?

 

Este ratio mide cuánto “extra” ganaste por cada unidad de riesgo que tomaste. Un Sharpe alto indica que obtuviste una buena recompensa por el riesgo asumido.

 

Ejemplo claro:
 Dos fondos rinden 10% anual, pero uno es mucho más volátil que el otro. El fondo menos volátil tendrá un Sharpe ratio más alto, porque logró ese 10% con menos sobresaltos.

 

Estos indicadores no son solo para expertos: cualquier inversor debería conocerlos. Te ayudan a elegir opciones más equilibradas, y a entender si realmente te están compensando el riesgo que asumís.

 

Si querés aprender más sobre estos conceptos y cómo aplicarlos a tu cartera, en nuestro canal de YouTube de BDI Consultora tenés cursos gratuitos y explicaciones a fondo, pensados para todo público.

 

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