Cómo hacer para no perder el dinero que ganaste | Dolarhoy.com
Ahorro|23 de junio de 2021

Cómo hacer para no perder el dinero que ganaste

A partir de los aprendizajes de mis relatos, te comparto 5 motivos por el cual planificar tu patrimonio debería ser clave en tu vida.

Por Cynthia Manis

Autora del libro "Si lo hubiera previsto"

 

Si te pregunto si querés perder el dinero, los bienes y propiedades que tenés, seguramente, me dirías que no. Sea mucho o poco lo que tengas, es tuyo y te costó esfuerzo y tiempo alcanzarlo, así que imagino que cuidarlo debe ser prioritario para vos. Sin embargo, si te pregunto si hiciste una planificación patrimonial…¿Qué me respondes?

 

Poco se habla de la planificación patrimonial, sin saber que es un paso fundamental para cuidar aquello que tenemos. En mi libro "Si lo hubiera previsto" cuento 10 historias reales de personas que si tan sólo hubieran previsto y planificado adecuadamente su patrimonio, se hubieran evitado pérdidas de dinero, de empresas que quebraron así como un montón de situaciones angustiantes, estresantes y desfavorables.

 

A partir de los aprendizajes de mis relatos, te comparto 5 motivos por el cual planificar tu patrimonio debería ser clave en tu vida:

 

  • En un país con inflación planificar te evitará perder dinero: Concretar una sucesión lleva tiempo. No es que una persona muere y al otro día sus herederos reciben lo que les corresponde. Hay trámites burocráticos que se deben resolver, pero el haber dejado todo organizado y planificado ayuda a que estos tiempos se aceleren. En un país como la Argentina perder tiempo cuesta dinero. Con una inflación estimada  de alrededor del 50% anual, heredar una cuenta bancaria en pesos puede hacer que el patrimonio se vea altamente perjudicado. Imaginemos que en enero de este año recibimos una herencia de 100.000 pesos que se encuentra en el banco. En tan solo 4 meses, el valor  de ese capital se redujo en un 21%, lo que equivaldría a 79.000 pesos (en relación con el mes de enero). La pérdida será proporcional a la cantidad de tiempo que se demore la Justicia en realizar la sucesión. Pueden ser meses como años. 

 

  • Vivimos en un mundo de constante cambio y los vínculos no quedan fuera: Ya sea en una relación de pareja o de socios, cuando se emprenden proyectos conjuntos uno apuesta parte de su patrimonio confiando en que todo irá bien. Y cuando las cosas están bien, poco se habla de qué pasará si las cosas cambian. Lamentablemente, los cambios ocurren más de lo que creemos. Dejar en claro cómo será la división de bienes de una pareja o de una sociedad, en caso de que se quiera dar por terminado el proyecto, es importante hacerlo cuando las cosas están bien y claras. Abordar estas conversaciones en un momento en donde las emociones puede que no sean las adecuadas puede hacer que mucho dinero, tiempo y energía se pierdan no sólo en la división de bienes sino también en litigios eternos para lograrlo.

 

  • Las empresas se enfocan en crecer, pero fallan en garantizarse su continuidad: Muchas empresas son lideradas por sus dueños con mucho compromiso y pasión. El riesgo es cuando la existencia de la empresa queda supeditada a la vida del dueño. Son muchas las compañías que no logran sobrevivir a nuevas generaciones. En mi libro cuento de un italiano que llegó en la época de la posguerra al barrio de La Boca donde empezó a trabajar en un pequeño almacén. Con el tiempo logró comprarlo y así fue creciendo hasta alcanzar crear una cadena de supermercado. Al fallecer, su hijo siguió su legado. Pero al fallecer éste, la tercera generación no supo manejar la situación y aún siguen todos peleados y la empresa quebrada. Si tan sólo se hubiera dejado en claro cómo querían que siguiera la administración del patrimonio y la gestión de la empresa, nada de eso hubiera ocurrido.

 

  • Los imprevistos pasan...y si no, veamos la pandemia: Nos cuesta aceptarlo, pero la vida puede cambiar en un segundo. Accidentes, muertes repentinas y ahora sumamos pandemias que nos demuestra que lo que dábamos por sentado, ya no está tan asegurado. Designar un apoderado que pueda hacernos ciertos trámites importantes a nuestro nombre (por si viajamos y no podemos regresar, por ejemplo); decidir qué queremos que ocurra con nuestros bienes, tanto materiales como afectivos. Este último punto no es solo a quien les dejamos los bienes, sino quién queremos que los administre. Ya sea porque tenemos hijos menores de edad o por si alguna condición de salud repentina no nos permite expresar nuestra voluntad respecto al tema. Prever es clave no para condicionar el futuro sino para dominar sus riesgos.

 

  • Detrás de todos los puntos anteriores están los vínculos: Más allá de que nadie quiere perder su dinero, inmuebles o cualquier bien que es propio, hay algo que queda en evidencia en mi libro y es que la no planificación patrimonial golpea de lleno el vínculo con los seres queridos. Hay una frase que dice: "La herencia es aquello que los muertos dejan para que los vivos se maten". Triste y real frase.

 

En mis 10 relatos se observa cómo el conflicto familiar o entre amigos es lo que más se sufre dado que la angustia, el estrés, la ira, la impotencia, la discusión y el resentimiento generan una pérdida mayor que la patrimonial. Es tiempo, es energía y a veces es el fin de una unión familiar o una amistad de toda la vida. Y todo por no haber sabido hacer una adecuada planificación patrimonial.