¿Libertad financiera o Carrera laboral?
Los tiempos cambian y el trabajo no se queda atrás.
Por Simón Salas Seeber
En los últimos tiempos, la idea de trabajar 8 horas en una oficina diariamente ha ido perdiendo atractivo a los ojos de las nuevas generaciones y el futuro del trabajo es ahora una incógnita.
El trabajo remoto ha resultado tan valorado porque resuelve, de forma parcial, el tema de ir durante todo el día a la oficina. Solamente a la fuerza se pudo mostrar que no era necesario estar presente en el lugar de trabajo para poder aportar resultados.
La idea que ya está en la mente de muchos jóvenes es: "hay que escaparle a la jornada laboral de 8 horas".
El recambio generacional tiene su impacto también en las formas de trabajo. La consultora Future of Work (FOW), enfocada en cómo trabajan las personas hoy en día, ofrece algunas perspectivas generacionales, predice lo que viene y aconseja cómo prepararse para ello:
"Pero la estructura tradicional de trabajo de 9 a 5 no es lo que experimentan muchos millennials. A menudo se espera que trabajen más horas, y el auge de la economía colaborativa significa que lo hacen sin tanta seguridad laboral. Por necesidad, muchos millennials forman parte de un movimiento freelance o emprendedor, y a menudo tienen lo que comúnmente se conoce como un "side hustle" (emprendimiento aparte que genera ingresos extra). Esto no es algo malo; sólo significa que están motivados de forma diferente a las generaciones anteriores".
Los libros más leídos lo son por alguna razón. En la actualidad, uno de ellos es el bestseller de Tim Ferriss llamado "La semana laboral de 4 horas" donde el autor plantea algunos cuestionamientos sobre el sistema laboral actual afirmando, entre otras cosas, que se puede alcanzar mayor efectividad de manera remota, trabajando menos horas y siendo inteligente en las formas.
Entre otras cosas, el autor sugiere que esto se consigue demostrando el valor que se aporta cuando no se trabaja estando físicamente en la empresa. Con la pandemia, esto se ha hecho más visible y es una batalla que parece haberse ganado, por lo menos ya en varios lugares.
Otro de los conceptos interesantes que parece caerle muy bien a esta generación es el de ingresos relativos por sobre ingreso absoluto. Esto significa que lo más importante, según el término, no es generar más dinero, sino generarlo según el esfuerzo dedicado. Para ponerlo claro: es mejor ganar 9 trabajando 3 horas por día que 16 trabajando 8 horas. Cada hora trabajada rinde 3 en el primer caso, y solo 2 en el segundo. La idea detrás de esto es la inquietud de nuestros tiempos: cómo ganar lo que necesito para vivir la vida que quiero.
La crítica apunta al esquema tradicional; trabajar 8 horas, todos los días, hasta poder retirarnos con algo de dinero y ahí sí poder vivir la vida que quiero. La cultura está comenzando a rechazar esta idea de acumular plata ya sea por seguridad, avaricia o mero deseo. Esto comienza a rondar las mentes de esta generación, la cual comienza a preguntarse si esto realmente tiene sentido.
Podríamos replantearnos, junto a un filósofo romano, el objetivo de querer ser rico:
"Algunos individuos tienen riquezas igual que nosotros decimos que "tenemos fiebre", cuando realmente la fiebre nos tiene a nosotros". - Séneca
Estos interrogantes parecieran indicar que hay un objetivo distinto a los de generaciones anteriores en la mente de los nuevos trabajadores. Ser un jefe en una multinacional, hacer carrera en el mundo corporativo y recorrer grandes empresas pareciera no ser más el ideal, por lo menos para algunos.
Por sobre el éxito laboral, se comienza a colocar la libertad financiera como gran valor: el ideal se redefine, pasando de querer ganar más dinero a querer tener reservas de valor, pero no con el foco en ellas, sino pensando más bien en cómo poder aprovechar al máximo el tiempo disponible, contribuyendo a la sociedad y a la vez disfrutando del camino transitado.
Es la esencia del trabajo lo que está en juego aquí. La mentalidad es ahora "work smarter, not harder": pasa de un "hay que trabajar muy duro" a "no se trata de trabajar más, sino de hacerlo inteligentemente".
Todo esto se traduce en nuevas prioridades a la hora de buscar trabajo. Según Future of Work, dos de las cosas que más se valoran en una empresa comienzan a ser:
Propósito común: "Una nueva generación de trabajadores se niega a trabajar simplemente por dinero. Quieren un significado y un propósito detrás de lo que hacen. Impulsados por los cambios en el estilo de vida y la sociedad, quieren trabajar para empresas que adopten los mismos valores morales que ellos".
Estímulo emocional: "históricamente existe una etiqueta que separa la vida en la oficina de la vida laboral. Esto se está erosionando poco a poco, debido a los cambios en la forma de trabajar y a las actitudes de la sociedad".
