Tesla retrocede: la marca de Musk cae a su nivel más bajo en EE.UU. en ocho años

La automotriz de Elon Musk quedó por debajo del 40% de participación en el mercado de autos eléctricos en agosto. El avance de competidores con modelos nuevos y ofertas agresivas golpea a la compañía.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 15 horas

Tesla, que alguna vez supo acaparar más del 80% del mercado de autos eléctricos en Estados Unidos, sufrió un golpe histórico: en agosto cayó al 38% de participación, el nivel más bajo desde 2017. Según datos de Cox Automotive, los consumidores están mirando cada vez más a la competencia, donde marcas como Hyundai, Kia, Toyota y Volkswagen aparecen con propuestas frescas y descuentos muy difíciles de ignorar.

 

El panorama muestra un cambio de tendencia: mientras el mercado general de eléctricos creció un 14% en agosto, Tesla apenas avanzó un 3,1%. Y aunque la compañía todavía lidera en volumen, el contraste con rivales que subieron ventas entre un 60% y un 120% deja en claro que el reinado de Musk ya no es tan cómodo como antes.

 

Uno de los grandes problemas es la falta de novedades. La última apuesta fuerte fue la Cybertruck en 2023, que nunca logró el impacto del Model 3 o el Model Y. La compañía puso el foco en proyectos de robótica e inteligencia artificial, mientras dejó en pausa el desarrollo de modelos más accesibles, un terreno que hoy aprovechan las marcas tradicionales para captar a los nuevos compradores de eléctricos.

La situación también se complica por lo económico: Tesla se ve obligada a bajar precios para no perder mercado, lo que golpea sus márgenes y genera dudas entre los inversores. La tensión es doble: si sostiene las ganancias, resigna ventas; si empuja descuentos, sacrifica rentabilidad.

 

El propio estilo de Musk suma ruido. Sus posiciones políticas y la cercanía con Donald Trump dejaron huella en la imagen de la compañía en un mercado tan sensible como el estadounidense. Analistas de Wall Street advierten que esa exposición, sumada al estancamiento en innovación, puede costarle caro a Tesla en los próximos años.

 

Lo que viene no será sencillo: en septiembre podrían acelerarse las ventas por la última ventana del crédito fiscal federal, pero a fin de mes el beneficio se acaba. Si la marca no logra reposicionarse con una propuesta más atractiva en precio y producto, la foto de agosto puede transformarse en una tendencia de largo plazo.

 

La incógnita es si Tesla podrá reinventarse a tiempo o si quedará relegada a ser un jugador más en un mercado que ya no le pertenece por completo. La era del dominio absoluto parece haber quedado atrás, y la competencia no piensa darle respiro

 

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