Burger King se va de la Argentina: tras 35 años, la cadena vende todos sus locales
El grupo mexicano Alsea, que maneja la marca en el país, anunció la venta de sus 116 restaurantes. La decisión responde a una estrategia global para simplificar su portafolio. Mientras tanto, mantendrá y reforzará la operación de Starbucks.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Después de más de tres décadas friendo hamburguesas en el país, Burger King anunció que levanta campamento en Argentina. La decisión, que sorprendió a más de uno, implica la venta de sus 116 locales distribuidos en 11 provincias. El primero había abierto en 1989, en Belgrano, cuando las Whopper eran toda una novedad en Buenos Aires.
La movida fue confirmada por Alsea, el grupo mexicano que opera la marca en la región. Según explicaron, se trata de una desinversión planificada en Sudamérica, que también alcanza a Chile y México, donde manejan más de 260 locales. Eso sí, seguirán apostando fuerte por Starbucks, que ya cuenta con 133 cafeterías en Argentina y tiene planes de expansión.
No es la primera vez que Alsea hace una jugada así. A fines de 2024, el grupo vendió 54 locales de Burger King en España, para concentrarse en sus otras dos marcas estrella: Starbucks y Domino’s Pizza. En aquel momento, Armando Torrado, presidente de Alsea, había explicado que buscaban “simplificar el portafolio” para ganar eficiencia y rentabilidad. Esa misma lógica es la que hoy aplican en la región.
Consultados sobre la situación en Argentina, desde Alsea evitaron dar precisiones y se limitaron a decir que “no comentan rumores de mercado”. Pero dejaron entrever que la prioridad pasa por fortalecer Starbucks y dejar atrás las operaciones que no logran el rendimiento esperado.
La pandemia tampoco ayudó. Con ventas en caída, restricciones y cambios en los hábitos de consumo, la empresa tuvo que ajustar formatos y cerrar locales. Pero los números nunca terminaron de remontar, y eso terminó inclinando la balanza hacia la venta.
Hoy, el BBVA está al frente del proceso para buscar comprador. Entre los nombres que suenan, aparecen Inverlat (que maneja Wendy’s, KFC, Havanna y Fenoglio), Desarrolladora Gastronómica (controla Kentucky, Sbarro, Chicken Chill y Puni) y Int Food Services, un grupo ecuatoriano que opera KFC en varios países.
El retiro de Burger King no es un hecho aislado. Muchas compañías internacionales están recalculando sus operaciones en la región, donde la inestabilidad económica, los costos altos y las fluctuaciones cambiarias complican los números. Las marcas que se quedan, lo hacen apostando por formatos más livianos o productos premium, como el caso de Starbucks.
La salida también refleja los desafíos del sector gastronómico argentino, que enfrenta competencia creciente, márgenes ajustados y un consumidor cada vez más sensible al precio. Marcas locales como Mostaza supieron adaptarse con combos más accesibles y presencia en el interior, desplazando a jugadores globales. La pregunta que queda es si algún nuevo actor logrará ocupar el lugar que deja vacante el “Rey de las hamburguesas”.