Encajes más altos: los bancos recalculan liquidez y prevén menor crédito
El BCRA elevó el encaje del 45% al 50% y pidió cumplimiento diario. Las entidades ajustan posiciones, anticipan más volatilidad de tasas y alertan por un sesgo contractivo sobre la actividad y su rentabilidad.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El Banco Central subió cinco puntos los encajes y pasó a control diario del requisito. La medida obliga a inmovilizar más pesos y a cubrir desvíos jornada a jornada: si una entidad recibe más depósitos que el promedio, inmoviliza extra; si recibe menos, paga multa por el faltante. En la práctica, los bancos lo leen como un endurecimiento efectivo del encaje.
Tras el anuncio, hubo ronda técnica con el BCRA y reuniones con los principales privados (Galicia, Macro, Santander y BBVA) y el Nación. Las áreas de tesorería recalcularon flujos y límites de riesgo para operar con un margen más fino de liquidez. El nuevo esquema eleva la sensibilidad de las carteras al movimiento diario de depósitos y a la estacionalidad de fin de mes.
En el sistema interpretan que la suba busca absorber pesos y anclar expectativas en el frente cambiario. La cuenta que circula en las mesas es que el salto de 45% a 50% retira un monto similar al que había quedado afuera de la última licitación, lo que, combinado con el control diario, reduce el “colchón” operativo.
Las entidades también proyectan un impacto en actividad. Con fondeo más caro y spreads presionados, la oferta de crédito tendería a achicarse. Se suma un dato que ya venía en los tableros: la morosidad creció en el último año y obliga a reservar más, lo que resta margen para originar préstamos en segmentos de mayor riesgo.
En términos de resultados, el cambio pega en la línea de rentabilidad: más inmovilización no remunerada, mayor costo de cumplimiento y esquemas de pricing que deberán revisarse. Algunas entidades evalúan reforzar liquidez de alta calidad y acotar plazos para atravesar el tramo de ajuste con menor exposición.
Desde el equipo económico plantean que la volatilidad de tasas será transitoria y que el objetivo es ordenar el mercado de pesos. En el sector privado sostienen que la medida es dura en el corto plazo y que su extensión dependerá de cómo evolucione la demanda de dinero y el flujo de depósitos.
Qué mirar en las próximas semanas: El mercado seguirá de cerca la tasa de pases y el costo del call, el spread sobre préstamos comerciales, el comportamiento de depósitos a la vista y a plazo, y cualquier señal de recalibración del encaje efectivo (desvíos, excepciones o ventanas operativas). También será clave el ritmo de origen de crédito a pymes y consumo, la evolución de la mora y el grado de utilización de líneas renovables.
Con encaje más alto y cumplimiento diario, el sesgo es contractivo: menos liquidez libre, fondeo más caro y crédito más corto. Si la volatilidad de tasas cede y los depósitos se estabilizan, el sistema podría reabrir gradualmente el grifo en segmentos de menor riesgo. Si, en cambio, persisten tensiones de pesos, el sistema operará en modo defensivo, priorizando liquidez, provisiones y gestión de capital.