El mercado inmobiliario porteño tuvo su mejor julio en años
Se firmaron más de 6.600 escrituras y las hipotecas volvieron con fuerza, en el mejor registro desde 2018. Los precios en dólares también pegaron un salto.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El mercado de compra y venta de propiedades en la Ciudad de Buenos Aires cerró julio con números para destacar. Según el Colegio de Escribanos porteño, se firmaron 6.651 escrituras, un 34,5% más que en el mismo mes del año pasado. Así, se trató del tercer mejor julio de la historia en cantidad de operaciones, solo superado por 1998 y 2008.
El monto total de las transacciones llegó a los $976.906 millones, lo que representa más del doble que en 2024, y el valor promedio por escritura rondó los 115 mil dólares. El salto también se notó frente a junio: en apenas un mes las operaciones crecieron 15,4%.
La gran noticia estuvo en el crédito hipotecario, que volvió a tomar protagonismo después de mucho tiempo. En julio se firmaron 1.393 escrituras con hipoteca, lo que significa un crecimiento del 519% respecto al año anterior. En lo que va de 2025, ya se contabilizan 8.003 créditos de este tipo, el mayor nivel desde 2018.
Eso sí: el empuje de la demanda convive con una realidad que incomoda a los que buscan comprar. Los precios en dólares de los departamentos siguen subiendo. De acuerdo a un informe de la Universidad de San Andrés junto con Mercado Libre, en el último año el metro cuadrado aumentó 9,2% en CABA y entre 4% y 6% en el conurbano bonaerense. En promedio, hoy un departamento cuesta USD 2.609 por m² en la Ciudad y entre USD 1.500 y USD 2.100 en el Gran Buenos Aires, según la zona.
El repunte de las operaciones muestra que el crédito volvió a jugar un rol clave, pero también que el mercado todavía depende de la estabilidad macroeconómica. En un contexto donde la inflación y el dólar marcan el pulso, las familias que logran acceder a financiamiento vuelven a animarse a comprar, aunque los valores sigan en alza.
Si la tendencia se sostiene, el 2025 podría ser el año en que el ladrillo recupere el terreno perdido tras años de parálisis. Lo que está claro es que, al menos en julio, el sector volvió a mostrar señales de vida como hacía mucho no se veía.