El costo de la construcción en CABA subió por encima de la inflación en mayo
En mayo, el costo de la construcción en la Ciudad se aceleró por segundo mes seguido y superó a la inflación porteña. La mano de obra y los gastos generales son los que más empujan el aumento.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El costo de la construcción en la Ciudad de Buenos Aires no da respiro y en mayo volvió a acelerar el paso: subió un 2%, por encima del 1,1% que se había registrado en abril. Así, el Índice del Costo de la Construcción (ICCBA) dejó atrás a la inflación porteña, que fue del 1,6% en el mismo mes.
Si se mira en la foto más grande, los números interanuales muestran una suba del 31,2%, bastante por debajo del aumento general de precios de los últimos doce meses, que fue del 48,3%. Aun así, construir sigue encareciéndose, sobre todo por lo que cuesta la mano de obra.
De hecho, según los datos del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad, el indicador general llegó a los 25.494,7 puntos. ¿El principal responsable? Los salarios de los trabajadores del sector, que subieron un 57,2% en el último año. Después vienen los gastos generales, que aumentaron 40,4%, y más atrás, los materiales, con un alza del 16,4%.
En comparación con abril, los aumentos también se sintieron: la mano de obra subió 3,2%, los gastos generales 4,5% y los materiales 0,9%. Dentro de las categorías de obra, el mayor incremento mensual lo tuvo nuevamente “otros trabajos y gastos” (4,1%), y el más tranquilo fue el de instalación de gas natural y prevención de incendios (0,1%).
El costo salarial, impulsado por las paritarias y la recomposición de sueldos, fue uno de los grandes motores del alza: en mayo subió 3,2% mensual y 56,8% en comparación con el año pasado.
Y si hablamos de plata concreta: en promedio, levantar un metro cuadrado en la Ciudad costó en mayo \$1.198.802,38. Ese número no incluye el IVA, ni el precio del terreno, ni los permisos, ni la ganancia de la constructora. Es decir, solo la base. A partir de ahí, todo suma.
Construir en Buenos Aires no solo requiere planos y materiales: también hay que tener un bolsillo cada vez más profundo.