Consumo en pausa: las ventas del Día del Niño cayeron 0,3% pese a las promociones
Las operaciones en comercios pymes cayeron 0,3% respecto a 2024, pese a promociones y descuentos; juguetes y librerías registraron bajas en un contexto de consumo limitado y altos stocks.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El Día del Niño 2025 dejó un sabor agridulce para los comercios minoristas. Según datos de la CAME, las ventas registraron una leve baja del 0,3% frente al año pasado, medida a precios constantes. Aunque la caída fue mínima en comparación con el desplome del 14,4% que se había dado en 2024, el dato confirma que la recuperación del consumo todavía está lejos.
Desde las pymes señalan que los clientes priorizaron productos más económicos y que, a pesar de los descuentos y promociones en cuotas –el 87% de los negocios ofreció algún tipo de beneficio–, no alcanzó para torcer la tendencia de estancamiento. El contexto tampoco ayudó: el feriado previo, el frío y la cercanía con otras campañas comerciales terminaron condicionando el flujo de compradores.
En el caso de la industria del juguete, el golpe fue más fuerte. La CAIJ informó que las ventas cayeron un 5,2% frente a 2024. Si bien el comercio electrónico tuvo un salto del 30%, todavía representa apenas el 24% del total y conlleva costos altos en publicidad, comisiones y logística. “El 81% de los usuarios abandona el carrito si no encuentra la entrega que busca”, explicaron desde la cámara.
De todos modos, hubo fenómenos puntuales que marcaron la diferencia. El presidente de la CAIJ, Matías Furió, destacó el boom del peluche Labubu, agotado en pocos días gracias a su viralización en redes sociales. “Hace mucho tiempo que no veíamos que una tendencia global impacte tanto en el rubro”, afirmó.
A esto se suma un problema estructural: el exceso de importaciones. Entre enero y julio ingresaron al país 13.752 toneladas de juguetes, un salto del 114% en volumen frente al mismo período de 2024. Lo más preocupante, según la CAIJ, es que la mitad del stock entró a valores inferiores a los USD 3 por kilo, lo que genera dudas sobre la calidad y plantea un desafío de competencia desleal.
Furió resaltó que la industria apoya medidas como el reemplazo del logo de seguridad por el código QR, aunque remarcó que “sin fiscalización, las normas quedan en la nada. La seguridad de la niñez está en la Constitución y hay que cumplirla”.
En el resto de los rubros, el desempeño fue dispar. Calzado y marroquinería fue de lo mejor, con una suba del 5,3% y un ticket promedio de $45.413. Los equipos de audio, video y celulares treparon apenas 0,4%, mientras que la indumentaria avanzó un 3%. Las jugueterías subieron 1% interanual con un ticket promedio de $35.429, pero las librerías sufrieron una baja del 14,5%.
El panorama deja en claro que el Día del Niño ya no es el motor de consumo que supo ser. Cada vez más familias buscan estirar el peso y optan por productos útiles o accesibles, mientras los grandes regalos quedaron en un segundo plano.
De cara a lo que viene, el sector pyme pide previsibilidad y un esquema de financiamiento que fomente la compra en cuotas sin interés. Mientras tanto, la industria del juguete enfrenta un doble desafío: competir con la importación masiva y reconquistar a un consumidor que ya no compra por costumbre, sino por pura necesidad.
