El bitcoin se contrae por debajo de los USD 85.000

Desde el punto de vista técnico, la ruptura del soporte en USD 85.000 activó ventas automáticas y aceleró la caída.

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 1 hora

Bitcoin volvió a retroceder con fuerza y su cotización perforó la barrera de USD 85.000, un nivel que muchos analistas consideraban psicológico y técnico.

 

Esta baja se enmarca en una corrección brusca que afectó a todo el ecosistema cripto y también a los activos tecnológicos, mostrando una vez más la creciente correlación entre ambos segmentos. Apenas semanas atrás, la criptomoneda más operada del mundo había alcanzado un máximo cercano a los USD 126.210, lo que incentivó una fuerte toma de ganancias por parte de inversores institucionales y minoristas.

 

El retroceso actual respondió a varios factores combinados. Por un lado, pesó la realización de beneficios luego del rally previo, que acumuló subas de dos dígitos en muy poco tiempo. También influyó la mayor aversión global al riesgo, un clima que llevó a muchos operadores a desarmar posiciones en activos volátiles y reorientarse hacia instrumentos considerados más defensivos. A esto se sumó la debilidad del mercado accionario, ya que cuando las tecnológicas sufren, Bitcoin suele acompañar el movimiento.

 

Desde el punto de vista técnico, la ruptura del soporte en USD 85.000 activó ventas automáticas y aceleró la caída, generando un efecto arrastre sobre el resto del mercado. En períodos de alta volatilidad, estas dinámicas suelen amplificarse, lo que incrementa la presión vendedora en muy poco tiempo. Si el precio no encuentra rápidamente un piso sólido, podría profundizarse la incertidumbre de corto plazo.

 

Esta baja borró buena parte de las ganancias acumuladas durante 2025. No es menor: Bitcoin superó varias veces los USD 100.000 a lo largo del año, alimentando expectativas de continuidad en la tendencia alcista. Sin embargo, la reciente volatilidad recordó que se trata de un activo extremadamente sensible a cambios en liquidez global, regulaciones, expectativas macroeconómicas y movimientos de grandes tenedores.

 

Para los inversores, la caída funciona como una prueba, ya que deberán evaluar si el movimiento actual constituye una corrección técnica dentro de una tendencia mayor o si marca el inicio de un período de debilidad más prolongado. Las próximas jornadas serán cruciales para observar si regresan los flujos compradores o si predomina un tono defensivo que mantenga a Bitcoin bajo presión.

 

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