La música clásica: ¿Un aliado secreto para mejorar la concentración y la salud cerebral?
Estudios recientes resaltan los beneficios de la música clásica en la estimulación cerebral y la mejora de la concentración, convirtiéndola en una herramienta valiosa para potenciar nuestras funciones cognitivas y prevenir enfermedades neurodegenerativas.
Por redacción
La influencia de la música en nuestras vidas es innegable. Desde tiempos inmemoriales, distintos géneros han estado presentes en la experiencia humana, convirtiéndose en un componente esencial del arte, la vida cotidiana y otros ámbitos.
La música no solo anima y emociona, sino que también juega un papel crucial en la estimulación de diversas áreas del cerebro. Según un grupo de expertos, se ha identificado un tipo específico de música que potencia la concentración y promueve el fortalecimiento de las conexiones neuronales: la música clásica.
Este género ha sido objeto de estudio y se ha reconocido su capacidad para fomentar la actividad cerebral y mejorar las funciones cognitivas. La complejidad inherente a las composiciones clásicas, así como su rica lírica, plantea un desafío al cerebro, lo que resulta en un ejercicio cerebral efectivo.
Numerosos estudios han vinculado la música clásica con la actividad de las neuronas responsables de la producción de dopamina y la regulación de la neurodegeneración. Escuchar este tipo de música no solo favorece la concentración, sino que contribuye a mantener en forma nuestras capacidades cognitivas, lo que puede contribuir a prevenir enfermedades neurodegenerativas y mitigar el riesgo de demencia.
A pesar de que hoy en día son menos las personas que escuchan música clásica, los especialistas sugieren dedicar un tiempo en nuestro día para disfrutar de sus beneficios.
Para estudiantes o profesionales que requieren un alto nivel de concentración, la música clásica se presenta como una herramienta valiosa. El fenómeno conocido como "el efecto Mozart" se refiere a los efectos positivos que producen las composiciones de ciertos músicos clásicos en la actividad cerebral y la salud mental.
Esta música tiene la capacidad de actuar como un antidepresivo al sincronizar las oscilaciones neuronales entre el córtex auditivo y el circuito de recompensa. Además, diversos estudios apuntan a que las composiciones clásicas facilitan la neuroplasticidad del cerebro, permitiéndole reorganizarse y adaptarse a nuevas experiencias.
No obstante, es importante señalar que la música clásica no es el único género que proporciona beneficios. Por ejemplo, el rock ha mostrado estimular a individuos más analíticos e inquisitivos, debido a su complejidad musical y lírica.
Asimismo, el heavy metal también ha demostrado ser ventajoso para ciertas personas, sobre todo en contextos donde se requiere sedación. Incluso géneros tan controversiales como el reguetón pueden ofrecer ventajas en contextos específicos.
Por ejemplo, se ha argumentado que podría activar más áreas del cerebro en comparación con la música clásica, dependiendo de los objetivos del oyente. Así, queda claro que la música, en su diversidad, siempre tiene algo que aportar a nuestro bienestar mental y cognitivo.