Cómo la IA industrial puede potenciar una fuerza laboral sostenible para el futuro
La solución a la brecha de habilidades ecológicas no es solo contar con más personas, sino con sistemas más inteligentes que ayuden a las personas a hacer más.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
A nivel mundial, los empleos relacionados con las energías renovables ya han superado los 13,7 millones y se prevé que alcancen los 38 millones en 2030. Sin embargo, la oferta de trabajadores cualificados se está quedando atrás. El Foro Económico Mundial informa de que las ofertas de empleo verde están creciendo más del doble de rápido que la adquisición de competencias ecológicas.
Este desequilibrio es más que un problema laboral. Corre el riesgo de ralentizar el ritmo de la descarbonización en los sectores de la energía, la fabricación y la industria pesada. Si no se dota a los trabajadores industriales de la combinación adecuada de habilidades digitales, técnicas y medioambientales, se corre el riesgo de no lograr la transición para la que ya se cuenta con las herramientas necesarias.
Acá es donde entra en juego la inteligencia artificial (IA). A diferencia de las revoluciones tecnológicas anteriores, la IA está llegando más rápido y con implicaciones más profundas. Se trata de un cambio estratégico que agiliza las operaciones, permite a los trabajadores mejorar la toma de decisiones y acelera la formación.
En el sector industrial, la IA puede desempeñar un papel fundamental para cerrar la brecha de habilidades ecológicas, no solo haciendo que las máquinas y los procesos sean más eficientes, sino también empoderando a las personas para que se adapten con confianza.
Reconsiderar lo que realmente significa una fuerza laboral sostenible
A menudo medimos la sostenibilidad en términos de emisiones o consumo energético. Pero para acelerar verdaderamente la transición energética, también debemos reconsiderar cómo se diseña y se reimagina el trabajo con la tecnología.
En los sectores con altas emisiones de carbono, la preparación para el futuro no se limita a las redes inteligentes o los combustibles más limpios. También se trata de empoderar a una fuerza laboral sostenible para que sea:
- Resiliente: equipada con las herramientas adecuadas para navegar por la complejidad con confianza.
- Recualificada: donde el conocimiento institucional no se pierde con la jubilación, sino que se comparte entre generaciones.
- Rediseñada: con un trabajo más seguro y significativo que se vea aumentado y no sustituido por la inteligencia artificial.
El software y la inteligencia industrial son herramientas esenciales para crear una fuerza laboral sostenible. Apoyan la transferencia de conocimientos de los expertos que se jubilan, personalizan las vías de aprendizaje y automatizan las tareas repetitivas, lo que permite a los trabajadores centrarse en actividades de mayor valor, como la resolución de problemas y la toma de decisiones estratégicas.
Cómo la IA industrial puede ayudar a crear una fuerza laboral preparada para el futuro
La IA industrial ya está haciendo posible este cambio. Está ayudando a los ingenieros a pasar de la resolución manual de problemas a la obtención de información predictiva. Está incorporando el conocimiento institucional en las herramientas y los flujos de trabajo cotidianos. Y está creando nuevas formas de colaboración, aprendizaje y liderazgo para los trabajadores.
Pero la tecnología es solo una parte de la ecuación. La verdadera transformación se produce cuando se capacita a las personas para utilizarla, con sistemas diseñados para generar confianza, acelerar el aprendizaje y ampliar los conocimientos especializados en toda la organización.
