Las empresas privadas apuntan a salir en bolsa por casi USD 3 billones

La posible oferta pública inicial (IPO, por su sigla en inglés) de SpaceX abriría la puerta a que compañías privadas por décadas —muchas con valoraciones de cientos de miles de millones— accedan al mercado bursátil: un universo estimado en unos USD 2,9 billones en valor privado.

Según fuentes citadas por Bloomberg, SpaceX planea salir a bolsa entre mediados y finales de 2026, con la intención de recaudar más de USD 30.000 millones y alcanzar una valoración total cercana a los USD 1,5 billones.

Ese salto al parqué convertiría su IPO en el mayor de la historia —superando a la que hizo la petrolera Saudi Aramco en 2019—, y transformaría a SpaceX en una de las empresas más valiosas del planeta desde su debut.

El impulso a este movimiento proviene, en buena parte, del crecimiento sostenido de su división de internet satelital Starlink, junto con los ambiciosos proyectos de cohetes de la compañía. Se espera que los fondos obtenidos sirvan para desarrollar centros de datos en el espacio y adquirir tecnología avanzada —lo que apunta a una expansión significativa de sus capacidades.

El plan marca, además, un cambio de estrategia: hasta ahora se había hablado de una posible separación en bolsa de Starlink por sí sola, mientras SpaceX permanecía privada. Pero esta operación abriría la cotización de toda la corporación.

La expectativa generada por esta posibilidad no solo afecta a SpaceX: muchos inversores y analistas ven en ella el desencadenante de una nueva ola de salidas a bolsa de gigantes privados (“centicorns”), es decir, compañías con valoraciones superiores a USD 100.000 millones que hasta ahora han evitado cotizar.