Rusia y China podrían lanzar una moneda respaldada por oro
El objetivo sería destronar al dólar estadounidense como la principal divisa de reserva del mundo.
Por Gonzalo Andrés Castillo
A principios de año, China comenzó a comprar importantes cantidades de oro mientras que Rusia se vio obligada a abandonar el dólar por las fuertes sanciones como consecuencia de su invasión a Ucrania.
Por estos motivos, se cree que ambos países podrían estar trabajando para lanzar una nueva respaldada por el oro para destronar a la divisa estadounidense como la principal reserva del mundo.
"Dos componentes de esa estrategia se centran en el desarrollo de un sistema global de comercio de productos básicos basado en el yuan y los esfuerzos de China, en asociación con Rusia y otros países de ideas afines, para desafiar el dominio del dólar mediante la creación de una nueva moneda de reserva", destacó Craig Singleton, investigador principal en la Fundación para la Defensa de las Democracias.
"En esencia, Beijing y Moscú buscan construir su propia esfera de influencia y una unidad monetaria dentro de esa esfera, inoculándose de hecho de la amenaza de las sanciones de Estados Unidos", añadió en diálogo con Fox Business.
Recientemente, las exportaciones de oro suizo a China alcanzaron un máximo de cinco años, y solo en julio Beijing recibió más de 80 toneladas de oro valuadas en cerca de USD 4.600 millones, más del doble de las 32 toneladas que compró en junio y el segundo total mensual más alto desde 2012.
En este contexto, Francis Hunt, experto en comercio, indicó que usar oro para respaldar la supuesta nueva moneda sería la mejor forma de crear confianza en ella, incluso pudiendo ser digital.
"El dólar sigue siendo la moneda más segura, más conveniente y más utilizada en Asia y en el mundo hoy en día", dijo Min-Hua Chiang, investigador y economista del Centro de Estudios Asiáticos de la Heritage Foundation. "Ninguna otra moneda (respaldada por oro o de otro tipo) es comparable, y es poco probable que eso cambie en el futuro cercano", comentó.
Y concluyó: "Incluso si ambos países usan una nueva moneda para las transacciones comerciales bilaterales, el volumen comercial relativamente pequeño entre ellos limitará el impacto sobre el dólar estadounidense".
