Invertí para disfrutar tu vida (no sólo para tu futuro)
Invertir no es únicamente pensar en el futuro. También es disfrutar del presente, ya que de nada sirve ser el más millonario del cementerio.
Por Matías Daghero
Agente Asesor Global de Inversión, Presidente de @closingbelladv
Si sos seguidor de este espacio desde hace tiempo, sabés que acá solemos hablar de educación financiera. Pero detrás de esos contenidos hay algo más profundo: somos una sociedad de bolsa que asesora a personas y empresas en alternativas de inversión y financiamiento a través del mercado de capitales, con una mirada muy clara sobre el largo plazo.
Y cuando hablamos de largo plazo, no hablamos solo de números. Hablamos de vida.
Porque invertir no es únicamente pensar en el futuro. También es disfrutar del presente, ya que de nada sirve ser el más millonario del cementerio.
En el día de hoy quiero que analicemos cómo podemos trabajar este enfoque integral para pensar a las inversiones como un fin en sí mismo sino como un medio para tener una mejor calidad de vida y alcanzar nuestra realización personal.
En el video de Youtube te mostramos el uso de nuestra web para ver un caso de un cliente en particular.
Invertir pensando en toda tu vida (no solo en la jubilación)
Hoy quiero compartirte un caso real que refleja cómo trabajamos en Closing Bell la etapa previa a cualquier inversión: la planificación financiera. Una etapa que, lamentablemente, muchas sociedades de bolsa en Argentina todavía no trabajan.
Juan tiene 27 años y su pareja Silvia, 24. Tienen un hijo recién nacido. Como la mayoría de las familias jóvenes, están empezando a construir su patrimonio, proyectando su carrera laboral, sus ingresos y sus sueños.
El primer ejercicio que hacemos con ellos no tiene que ver con elegir un bono o una acción. Tiene que ver con proyectarse en el tiempo:
- Cómo creen que van a evolucionar sus ingresos.
- Qué decisiones laborales imaginan en cada etapa.
- Cuánto pueden y quieren ahorrar hoy, y cuánto más adelante.
- Qué estilo de vida quieren sostener, incluso en el retiro.
Planificar es animarse a mirar la película completa, no solo la última escena.
El primer llamado de atención
Cuando proyectamos los ingresos de Juan, aparece algo que vemos muy seguido: durante su jubilación, su ingreso estimado no sólo es mucho más bajo que lo que venía percibiendo sino que es incluso menor al que tenía cuando era junior.
Este dato, que muchas veces se pasa por alto, cambia por completo la forma de pensar el ahorro y la inversión. Porque si no planificás, el ajuste no llega de golpe al final: lo vivís durante toda tu vida.
Objetivos que ordenan las decisiones
En la planificación aparecen objetivos concretos:
- Comprar su casa.
- Ayudar a su hijo a acceder a la suya en el futuro.
- Cambiar el auto cada ciertos años, sin desajustar el presupuesto.
- Viajar todos los años, y viajar mejor cuando los ingresos acompañen.
Nada de esto se define al azar. Todo se ordena en función de ingresos, gastos, ahorro e inversiones.
Y acá aparece algo clave: no se trata de acumular por acumular.
Invertir para usar el capital, no solo para dejarlo.
Nos pasa seguido ver dos extremos:
- Personas que gastan más de lo que pueden y terminan con patrimonio negativo.
- Personas extremadamente disciplinadas que, al proyectarse, descubren que el mayor patrimonio de su vida lo van a tener el día que fallecen.
¿El problema del segundo caso? No disfrutaron el capital que construyeron. Solo lo acumularon para que lo disfruten otros.
La planificación que buscamos es distinta: una primera etapa de acumulación, y luego una etapa consciente de uso del capital. Disfrutar en vida, sin desproteger a quienes vienen después.
Porque ayudar a un hijo a los 30 o 40 años suele ser mucho más valioso que dejarles una herencia a los 70 cuando ya tienen su vida resuelta.
El dinero también tiene que trabajar para vos
Cuando miramos las proyecciones, se ve claramente cómo al principio los ingresos dependen casi exclusivamente del trabajo, y cómo con el paso del tiempo las inversiones empiezan a tener un rol cada vez más relevante.
Ese es el verdadero objetivo: que el dinero empiece a trabajar con vos y para vos.
Invertir no es solo elegir activos. Es tomar decisiones hoy que te permitan vivir mejor durante toda tu vida.
