¿Qué es exactamente el impuesto sobre los Bienes Personales?

En la jornada de ayer se dio a conocer que el Frente de Todos aprobó su propio proyecto de Bienes Personales y ahora el proyecto que eleva el mínimo imponible deberá volver al Senado, según confirmó Política Hoy.

El sitio informó que el mínimo no imponible para inmuebles destinados a casa-habitación hoy es de $18 millones y el proyecto del Senado pretende llevarlo a $30 millones. Además, se trató del aumento de la alícuota, para lo cual propusieron "que los patrimonios que superen los $ 100 millones pagarán una alícuota del 1,5% (actualmente la alícuota máxima es de 1,25% para bienes que superan los $ 18 millones)".

Antes de emitir un juicio sobre el tema, consideramos que es importante repasar de qué se trata exactamente este impuesto.

El impuesto a los Bienes Personales fue creado en 1991 bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem, y en aquél entonces se comunicó que sería un "impuesto temporal"; en 2021 cumplió 30 años. En esta ocasión, se volvió a cumplir lo que reza la famosa frase de Milton Friedman: "Nada es tan permanente como un programa temporal del Gobierno".

En palabras simples, el impuesto a los Bienes Personales es un impuesto al patrimonio, según definieron desde Argentina en Datos. 

Los sujetos que son susceptibles del pago de este impuesto son aquellos que poseen bienes o activos cuyo valor supera determinado monto, según el país. El mismo se va ajustando con el aumento de la inflación, aunque esto no sucede siempre con precisión; en 2020, por ejemplo, el piso se mantuvo por dos años consecutivos a pesar de la inflación del 42% de ese mismo año.

En la Argentina, este impuesto se paga cuando el patrimonio supera los dos millones de pesos. En el caso de que el sujeto sea dueño de una vivienda familiar, el mínimo imponible pasa a ser de 18 millones de pesos.

El siguiente video resume de manera gráfica las implicancias que tiene este impuesto tanto para empresas como para individuos:

En el mismo, resaltan que el impuesto tiene un "sesgo muy fuerte contrario a las empresas, ya que, por ejemplo, si tenés un local comercial y un auto usado, y el valor de ambos supera los dos millones de pesos, es decir, unos 13.000 dólares, pagás Bienes Personales".

Hay varias razones que sugieren que este gravamen es un mal impuesto. 

En primer lugar, según el sitio, la amplia mayoría de las personas que lo pagan pertenecen a la clase media, es decir, están lejos de estar holgados económicamente.

Luego, porque es un claro desincentivo a apostar por el país, ya que castiga el ahorro y la inversión; si la plata fuera gastada en vez de ahorrada o invertida, no habría nada que gravar.

La tercer razón es que el impuesto no considera los pasivos, es decir, las deudas: "una persona puede tener un restaurante de 3 millones de pesos, lo cual es un activo, y un pasivo por 1 millón de pesos por un préstamo, hipoteca, una deuda o lo que sea". Al no tener en cuenta eso, el contribuyente o pagador de impuestos se ve ampliamente perjudicado.

En un diálogo anterior con DolarHoy, Martín Litwak, especialista en resguardo patrimonial, comentó que "ningún país exitoso creció con impuestos altos a las transacciones y al patrimonio, porque eso desincentiva el ahorro y, por ende, la inversión. Es el famoso 'pan para hoy, hambre para mañana'".

"Los países desarrollados crecieron con altos impuestos al consumo, lo cual incentiva el ahorro, y con el impuesto a las ganancias reales. Por ende, habría que eliminar los impuestos relativos a las transacciones y al patrimonio y manejar una combinación de IVA y Ganancias reales". - Martín Liwak

 

En concreto, según el vídeo, solo 2 de los 27 países de la Unión Europea tienen este impuesto, España y Francia, que "ambos exigen un patrimonio mínimo de 700.000 y 1.3 millones de euros respectivamente". En cuanto a América Latina, solo Uruguay y Colombia lo cobran, aunque en esos dos países sí se pueden deducir los pasivos, es decir, que Argentina es el único lugar donde no se tienen en cuenta los mismos.