Retenciones cero para carnes y aves: el Gobierno busca darle impulso a las exportaciones
Con un decreto publicado en el Boletín Oficial, Milei oficializó la eliminación de retenciones hasta el 31 de octubre para la carne bovina, aviar, animales vivos y subproductos. La medida busca mayor competitividad y se suma a la baja de granos y otros productos agroindustriales.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El Gobierno dio un paso más en su estrategia de apertura y alivio impositivo al sector exportador. A través del Decreto 685/2025, publicado este lunes en el Boletín Oficial, se fijaron en 0% las retenciones para la carne bovina y aviar, junto con animales vivos y subproductos, hasta el próximo 31 de octubre. El objetivo, según los considerandos del texto, es reforzar la competitividad de uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina, en línea con el paquete de medidas que ya alcanzó a granos y otras mercaderías agroindustriales.
El esquema no es automático: los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas generadas dentro de los tres días hábiles posteriores a la oficialización del permiso de embarque. De lo contrario, volverán a regir las alícuotas previas a esta resolución. El decreto fue firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, quienes remarcaron que los derechos de exportación son “un impuesto distorsivo” y que la meta es eliminarlos completamente, en la medida en que la situación fiscal lo permita.
El panorama es menos favorable para la carne aviar. En el primer semestre del año, las ventas externas sumaron 12 mil toneladas por US$ 15 millones, lo que implicó un derrumbe del 87% frente al mismo período de 2024. El Gobierno espera que la quita de retenciones ayude a revertir esta caída y recupere competitividad frente a otros proveedores regionales.
La eliminación de retenciones para carnes y aves confirma que la administración Milei decidió avanzar a fondo en la reducción de impuestos distorsivos, aun con las tensiones fiscales que enfrenta. El mensaje es claro: la prioridad es reactivar las exportaciones y darle previsibilidad a sectores que generan empleo, divisas y presencia internacional. En este caso, la medida no solo apunta a fortalecer al complejo cárnico, sino también a enviar una señal de confianza a los mercados internacionales.
Además, el Gobierno logra alinear discurso y acción. Durante la campaña, Milei prometió barrer con los impuestos distorsivos, y hoy empieza a concretar esa agenda en un área clave. Con esta decisión, la Argentina no solo mejora la competitividad frente a jugadores como Brasil o Uruguay, sino que también consolida su rol como proveedor estratégico para China y otros destinos que demandan proteína animal de calidad.
En definitiva, más allá de las críticas por el impacto en la recaudación, la jugada se inscribe en un plan integral: abrir la economía, eliminar barreras y apostar al crecimiento genuino vía exportaciones. El Gobierno defiende que, con más ventas externas, ingresarán más divisas y se expandirá la actividad, lo que a la larga compensará la merma inicial de recursos fiscales. Es una apuesta fuerte, pero coherente con la idea de “liberar las fuerzas productivas” que marca la impronta de esta gestión.