Las claves que definirán al mercado inmobiliario en 2026

Compradores, desarrolladores e inversores coinciden en mirar las mismas variables: previsibilidad cambiaria, acceso al financiamiento y reglas claras.

Por María López Dulce

Martillera, corredora pública y CCO de Grupo López

Hace 3 horas

El mercado inmobiliario argentino llega a 2026 con la expectativa de un posible punto de inflexión. Tras años de inestabilidad en crédito, tipo de cambio y regulación, el sector observa señales que podrían marcar el inicio de un reequilibrio, siempre y cuando las condiciones macroeconómicas y administrativas acompañen. Compradores, desarrolladores e inversores coinciden en mirar las mismas variables: previsibilidad cambiaria, acceso al financiamiento y reglas claras.

 

“La estabilidad que no se logró en los últimos años podría comenzar a consolidarse en 2026 si se sostienen las líneas de crédito, se ordena el frente cambiario y se generan condiciones regulatorias previsibles”, afirma María López Dulce, martillera, corredora pública y CCO de Grupo López.

 

El crédito hipotecario: la llave para la demanda real

La continuidad de líneas hipotecarias con tasas razonables será determinante para recuperar la demanda de vivienda usada, uno de los segmentos más afectados por los ciclos de inestabilidad. La complejidad documental también aparece como un punto crítico: cualquier barrera administrativa frena operaciones que, en otros países, se resuelven con mayor agilidad. En el interior del país, esta variable se vuelve todavía más decisiva debido a la mayor dependencia del crédito por parte de los compradores.

 

López Dulce destaca el impacto directo que tendría una mejora en este frente: “Si 2026 sostiene y mejora estas líneas, la reactivación será visible”.

 

Municipios más ágiles y menos burocracia

El segundo factor que condicionará el ritmo del sector es la velocidad de gestión a nivel municipal. Desde permisos de demolición hasta habilitaciones de obra, los plazos actuales agregan costos, retrasos e incertidumbre. La situación se replica tanto en CABA y el AMBA como en ciudades con fuerte movimiento de obra privada, como Rosario y Córdoba, e incluso en urbes intermedias donde la viabilidad de un desarrollo depende directamente del tiempo administrativo.

 

Agilizar trámites no es solo un pedido empresarial: es una variable macro de impacto directo en empleo, oferta y precios.

 

Tipo de cambio: previsibilidad antes que valor

En un mercado dolarizado de hecho, la volatilidad cambiaria continúa siendo uno de los mayores inhibidores de decisiones. El patrón se repite año tras año: cuando el dólar sube o baja abruptamente, las consultas se frenan; cuando se estabiliza, la actividad repunta casi inmediatamente. No se trata del nivel, sino de la capacidad de proyectar.

 

“Cuando el dólar fluctúa, las consultas se frenan; cuando se estabiliza unos días, la actividad vuelve casi de inmediato”, explica López Dulce, subrayando la sensibilidad del sector ante cualquier movimiento del tipo de cambio.

 

Financiamiento para desarrolladores y el rol del blanqueo

Los créditos para pozo orientados a desarrolladores podrían transformarse en un instrumento anticíclico de alto impacto, especialmente en el interior, donde muchos proyectos quedan detenidos en etapa de carpeta por falta de financiamiento. Su disponibilidad permitiría lanzar más obras, diversificar oferta y atenuar tensiones de precios.

 

Otro componente clave será el blanqueo de capitales. Para que funcione, deberá transmitir estabilidad y reglas inalterables. La liquidez existe, pero muchos inversores esperan claridad antes de abandonar posiciones conservadoras.

 

Industria de la construcción y costos

La competitividad de los materiales nacionales frente a los importados será otro elemento a seguir. Una estructura de costos desalineada afecta la rentabilidad de las obras y dificulta la planificación de nuevas inversiones. Políticas que permitan equilibrar esa competencia ayudarían a sostener un ritmo razonable de avance en los proyectos.

 

Qué mirar durante 2026

El sector seguirá de cerca cinco indicadores cualitativos clave:

 

  • La continuidad de líneas hipotecarias
  • La velocidad de los trámites municipales
  • La estabilidad cambiaria
  • La disponibilidad de financiamiento para desarrollos
  • La comportamiento de los inversores frente al nuevo marco regulatorio

Ninguno de estos factores garantiza por sí solo la reactivación, pero su combinación podría marcar el quiebre que el mercado espera.

 

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