El FMI mostró su apoyo al plan económico de Milei tras la derrota electoral
En medio de la tensión política y financiera, el organismo ratificó su apoyo al programa de Caputo. El Gobierno busca dar señales de calma a los mercados tras el cimbronazo electoral.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En una jugada que busca reforzar la estabilidad en medio de la tormenta, el Fondo Monetario Internacional (FMI) salió a respaldar públicamente el programa económico del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo. Lo hizo a través de su vocera, Julie Kozack, que aseguró que el staff del organismo “está estrechamente comprometido” con las autoridades argentinas.
El mensaje, publicado en la red social X este martes por la tarde, llega justo después de la derrota electoral que sufrió el oficialismo en la provincia de Buenos Aires y que sacudió a los mercados: el dólar trepó hasta los $1.460, bonos y acciones argentinos se desplomaron y el clima financiero se tiñó de rojo.
Mientras tanto, el Ejecutivo intenta reordenarse en el plano político. Tras el revés en las urnas, Milei convocó a una “mesa política nacional” y abrió el juego a un diálogo con gobernadores para contener la crisis. La señal del FMI aparece como un salvavidas en medio de ese proceso.
El mercado, de todos modos, todavía se mueve con cautela. Tras un lunes negro, el dólar cerró ayer a la baja en $1.425 y las acciones argentinas en Nueva York rebotaron hasta 6,4%. También hubo una recuperación parcial en los bonos, aunque la presión cambiaria sigue latente y el humor inversor se mantiene frágil.
Caputo, firme en su libreto, insistió: “No nos moveremos ni un milímetro del programa económico”. El ministro subrayó que los ejes de la estrategia siguen siendo el equilibrio fiscal, un mercado monetario ajustado y el sostenimiento de las bandas cambiarias pactadas con el FMI.
El espaldarazo del Fondo, en este contexto, funciona más como un mensaje político que financiero. La lectura en el mercado es que el organismo prefiere mantener la línea de apoyo antes que abrir una discusión en un momento de vulnerabilidad. Sin embargo, no alcanza con las palabras: la verdadera prueba será que el Gobierno pueda mostrar resultados concretos en inflación, reservas y actividad.
La incógnita pasa por si este respaldo alcanza para calmar a los inversores o si apenas sirve de contención en la coyuntura. El clima electoral, las tensiones cambiarias y la incertidumbre sobre las próximas medidas mantienen un escenario abierto. El FMI ya dio su aval; ahora la pelota queda en la cancha de Milei y Caputo