Efemérides de la economía argentina: cambio de metas inflacionarias

Durante el debate presidencial de 2015, Mauricio Macri, el posterior ganador de las elecciones, prometió que su Gobierno iba a "bajar la inflación a un dígito”.

El programa elaborado por los funcionarios del Gobierno buscaba bajar paulatinamente la inflación para en 2018 que el número esté en una sola cifra: para 2016, la inflación tenía un piso de 20% y un techo de 25%, para 2017 la proporción era de 12%-17% y para 2018 ya era de 8%-12%.

En 2016, la inflación fue del 41%, notablemente superior a la presupuestada, aunque al año siguiente daría alguna señal de descenso.

El 26 de diciembre de ese mismo año, se anunció la renuncia de Alfonso Prat-Gay y la división del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas en dos, siendo Nicolás Dujovne nombrado como ministro de Hacienda desde enero de 2017.

En 2017, de acuerdo con el proyecto aprobado, se establecieron objetivos más ambicioso todavía pese a la no obtención de los objetivos en el año anterior. En el presupuesto se fijó una meta de inflación de entre el 12% y el 17% como máximo, en sintonía con el plan inicial.

Los resultados volvieron a defraudar: con la inflación en diciembre que llegó a ser del 3,1% en todo el país, la de todo 2017 fue de 24,8%, según informó el INDEC. 

El número final de inflación para el último año fue muy superior a la meta que se había propuesto el Banco Central, entre 12% y 17 por ciento. Esto generaría que gremios como el de comercio o bancarios, que habían incluido cláusulas “gatillo” (es decir, aumentos que se disparan si se supera determinado techo inflacionario) en sus discusiones paritarias del año pasado, tengan nuevos aumentos o deban juntarse con las empresas del sector para negociar una recomposición.

El 28 de diciembre de 2017, en una conferencia brindada junto a Marcos Peña, Federico Sturzenegger y Luis Caputo, Nicolás Dujovne anunció que se modificaron los objetivos de inflación: "Hemos decidido recalibrar nuestras metas de inflación vigentes para los años subsiguientes, donde en definitiva lo que hemos hecho es demorar un año la llegada a nuestro objetivo último de inflación que es el 5% del año 2019 al año 2020" declaró.

El ministro precisó que para el 2018 "va a ser del 15%" y que se va a trabajar con un número específico y no por rangos. Luego, afirmó que para el 2019 la inflación sería del 10% hasta llegar al  5 % en 2020.

Recordemos que el primer cálculo fue del 8%-12% para 2018 y 3,5%-6,5% para el 2019. El funcionario alegó que "ratificamos nuestro compromiso antiinflacionario y cuando estamos corriendo los objetivos un año simplemente estamos tomando nota de que hoy tenemos más información que la que teníamos en enero de 2016 pero redoblamos los esfuerzos para alcanzar las metas planeadas".

Desde el Ministerio de Hacienda, cuando se veía que la inflación iba a superar las proyecciones, intentaron aplacar las críticas: “No nos preocupa que la inflación de 2017 no finalice dentro de la meta de este año, ya que no es anormal que en una economía que viene de años de alta inflación, cuando se intenta reducirla, no se cumplan las metas durante los primeros períodos. Lo importante es que la trayectoria de la misma durante el proceso es descendente”.

El titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, aseguró entonces que "lo que va a transmitir el Banco Central al Ejecutivo es que si hay un aumento de la demanda real de dinero por crecimiento económico, entonces le puede transferir eso. Esto quiere decir que a partir de 2020 la inflación dejará de ser una fuente de financiamiento para la Argentina".

Los números presupuestados para 2018 y 2019 volvieron a incumplirse; en el primero, la inflación fue de 47,6% y de 53,8% en 2019.

Para cerrar, puede ser oportuna una cita de Georg Christoph Lichtenberg: 

"La inflación es como el pecado; cada gobierno la denuncia, pero cada gobierno la practica"