En julio, la canasta básica alimentaria y total subieron 1,9%, informó el Indec

El aumento mensual de las canastas que miden indigencia y pobreza se aceleró respecto a junio, aunque en el acumulado anual y en la comparación interanual crecieron menos que la inflación general.

En julio de 2025, tanto la canasta básica alimentaria (CBA) como la canasta básica total (CBT) registraron un aumento del 1,9%, de acuerdo con los datos oficiales difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este incremento mensual se alinea con la inflación general del séptimo mes del año, pero representa una aceleración en comparación con junio, cuando la CBA y la CBT habían registrado incrementos de 1,1% y 1,6% respectivamente.

 

Al analizar el comportamiento en el acumulado de 2025, se observa que ambas canastas subieron por debajo de la inflación. Mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) avanzó un 17,3% entre enero y julio, la CBA aumentó un 14,7% y la CBT un 12,2%. La misma tendencia se mantiene en la comparación interanual: con una inflación del 36,6% en los últimos 12 meses, la canasta básica alimentaria creció un 27% y la total un 27,6%.

 

Estos indicadores son fundamentales porque la CBA determina la línea de indigencia, mientras que la CBT establece el umbral mínimo de ingresos para no ser considerado pobre. Según el Indec, en julio una familia tipo de cuatro integrantes necesitó $1.149.353 para no caer en la pobreza y $515.405 para evitar la indigencia. En el caso de un adulto, los montos fueron de $371.959 y $166.798, respectivamente.

 

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), valoró que “son cifras que siguen siendo relativamente positivas para la gestión y la administración de los ingresos de las familias”. Sin embargo, advirtió sobre un posible estancamiento: “comenzó a hablar de cierto estancamiento de las mejoras observadas desde el segundo semestre del año pasado”. El especialista también señaló que la dinámica actual podría provocar una “caída estadística de la pobreza, pero no está reflejando efectivamente una mayor capacidad de consumo corriente de los hogares”.

 

Por su parte, Claudio Caprarulo, economista y director de la consultora Analytica, destacó que “se aceleró la suba del costo de ambas canastas”, atribuyéndolo a la reversión de la deflación que se había visto en frutas y verduras en meses previos. Además, anticipó que “en agosto la expectativa está puesta sobre los impactos del aumento en el precio del dólar, aunque de todas formas aún no notamos un cambio en la tendencia”.

 

Para su cálculo, la CBA considera los requerimientos normativos de calorías y proteínas que un varón adulto de entre 30 y 60 años, con actividad moderada, necesita cubrir en un mes. La selección y cantidades de alimentos se basan en los hábitos de consumo relevados por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo). En tanto, la CBT amplía la canasta alimentaria incluyendo bienes y servicios no alimentarios, estimándose mediante el coeficiente de Engel (CdE), que relaciona el gasto en alimentos con el gasto total observado en la población de referencia, según detalla el informe oficial del Indec.

 

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