Los gatos y su olfato: olores que detestan y su impacto en su comportamiento

El sentido del olfato en los gatos es notablemente superior al de los humanos. Mientras que nosotros poseemos alrededor de 5 millones de receptores olfativos, los felinos cuentan con cerca de 200 millones.

Esta asombrosa capacidad les permite captar olores que para nosotros son irrelevantes, además de mantener distancia de aquellos que les resultan incómodos o perturbadores. Ante olores que les resultan molestos, un gato puede cambiar de comportamiento de manera rápida y evidente.

Aromas como los cítricos, que incluyen limones y naranjas, son especialmente desagradables para ellos, motivo por el cual existen repelentes comerciales con estos aromas. Asimismo, el olor de la cáscara de banana puede ser efectivo para disuadir a los gatos de trepar muebles.

Otras sustancias que los gatos suelen evitar incluyen especias picantes como la pimienta y ciertas hierbas aromáticas como la lavanda o el romero. En el caso del eucalipto, no solo les resulta repulsivo, sino que puede ser perjudicial para su salud.

La Society for the Prevention of Cruelty to Animals (SPCA) también menciona que ciertos aceites esenciales, como el de pino y menta, son potencialmente tóxicos para ellos. Para quienes deseen impedir que sus gatos se suban a los muebles sin recurrir a castigos, hay varias tácticas que pueden ser útiles.

Se pueden usar superficies que les resulten desagradables como el papel de aluminio o la cinta adhesiva de doble cara. También se pueden aplicar aromas que los alejen, como frotar una cáscara de banana o emplear esencias cítricas en las áreas problemáticas.

Es fundamental asegurarse de que los productos elegidos no representen un riesgo para la salud de la mascota. Reconocer la sensibilidad olfativa de los gatos es esencial para entender su comportamiento.