Mi perro tiene pulgas, ¿y ahora qué hago?

Las pulgas son uno de los parásitos externos más comunes que pueden afectar a nuestras mascotas, y su presencia es un verdadero dolor de cabeza tanto para los animales como para los humanos. Si has descubierto que tu perro tiene pulgas, ¡no entres en pánico! En esta nota te ofrecemos una guía completa de lo que debes hacer para combatirlas de manera efectiva y evitar que vuelvan a aparecer.

Paso 1: Confirma que tu perro tiene pulgas

Es fundamental verificar que se trata efectivamente de pulgas y no de otro tipo de parásitos o problemas de piel. Las pulgas son pequeñas, de color oscuro y pueden verse a simple vista, sobre todo en las áreas con poco pelo como el abdomen o detrás de las orejas. Uno de los signos más evidentes es que el perro se rasca constantemente, y es posible encontrar puntitos negros en su piel (los excrementos de las pulgas).

Paso 2: Baño con productos antipulgas

Para controlar una infestación, el baño es una primera medida útil. Existen champús antipulgas que ayudan a eliminar estos parásitos del pelaje de tu mascota. Sin embargo, ten en cuenta que algunos productos pueden ser agresivos, por lo que es preferible consultar al veterinario para elegir el adecuado. Después del baño, seca bien a tu perro y, si es posible, utiliza un peine de dientes finos para eliminar las pulgas y sus huevos.

Paso 3: Aplicación de un tratamiento antipulgas

Después del baño, es recomendable aplicar un tratamiento antipulgas. Existen diferentes opciones en el mercado: pipetas, collares, pastillas y sprays antipulgas. Las pipetas suelen aplicarse una vez al mes y son eficaces para eliminar y repeler a las pulgas. Los collares, en cambio, ofrecen protección prolongada, aunque no todos los perros los toleran. Los comprimidos orales también son una opción, y actúan eliminando las pulgas desde el sistema sanguíneo del animal.

Consulta siempre a tu veterinario para que te oriente sobre el mejor producto y las dosis apropiadas para el tamaño y peso de tu perro.

Paso 4: Limpieza exhaustiva del entorno

Es importante recordar que las pulgas no solo viven en el pelaje del perro, sino que también infestan el ambiente. Para evitar que regresen, debes limpiar a fondo las áreas donde tu mascota pasa más tiempo: aspira alfombras, lava la cama del perro y mantas con agua caliente, y desinfecta su entorno. Existen productos específicos para tratar el hogar y erradicar las pulgas en todas sus etapas de vida (huevo, larva, pupa y adulto).

Paso 5: Prevención

Para evitar futuras infestaciones, mantén al día el tratamiento antipulgas de tu mascota. Realiza revisiones periódicas del pelaje de tu perro, sobre todo en épocas calurosas, cuando las pulgas son más activas. Algunos expertos recomiendan complementar el tratamiento con productos naturales, como sprays de vinagre y agua o aceites esenciales (como el de lavanda o citronela), aunque es importante asegurarse de que estos productos sean seguros para los perros.

Cuidados posteriores y señales de alarma

Después de tratar las pulgas, vigila a tu perro para asegurarte de que no tiene reacciones adversas a los productos aplicados. Si notas que sigue rascándose de manera constante, presenta enrojecimiento en la piel o muestra signos de alergia, consulta con el veterinario. Las pulgas pueden causar infecciones y anemia en casos graves, por lo que es fundamental actuar rápido.

Aunque el hecho de que existan pulgas es una situación incómoda para las mascotas como también para los dueños, la buena noticia es que existen muchas soluciones efectivas para eliminarlas. Con una combinación de higiene, tratamientos adecuados y medidas preventivas, podrás mantener a tu perro libre de estos molestos parásitos y asegurarte de que tu hogar esté limpio y seguro.