Falleció David Lynch, el aclamado director de “Twin Peaks” y “Blue Velvet” a los 78 años
David Lynch, célebre por obras como Eraserhead y Twin Peaks, falleció a los 78 años. Su familia expresó el dolor por su partida y lo recordaron con una de sus frases emblemáticas. Su legado perdurará en el cine y la cultura contemporánea.
Por redacción
David Lynch, reconocido director cuyas obras cruzaron los límites del cine convencional, falleció a los 78 años. Su familia expresó su profundo pesar en una publicación de Facebook, indicando que “hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros” y recordando su famosa frase: “Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero”.
El pasado agosto, Lynch compartió con sus seguidores que le habían diagnosticado enfisema, lo que agravó su estado de salud. En noviembre, habló sobre sus dificultades para respirar, describiendo la lucha cotidiana con la frase: “Apenas puedo caminar por una habitación. Es como caminar con una bolsa de plástico en la cabeza”.
Su trayectoria en el cine estadounidense abarcó desde sus inicios como conocido estudiante de arte y realizador de cortometrajes experimentales hasta el reconocimiento mundial con su destacado largometraje Eraserhead. A este le siguieron obras que dejaron huella en la industria, como Blue Velvet, Wild at Heart, y la icónica serie Twin Peaks.
Entre sus logros más notables se encuentran tres nominaciones al Oscar como mejor director, correspondientes a las películas Blue Velvet, The Elephant Man y Mulholland Drive. En 2019, recibió un Oscar honorario por su trayectoria y además, en 1990 ganó la Palma de Oro en Cannes gracias a Wild at Heart.
Lynch también se dedicó a la meditación trascendental y fundó la Fundación David Lynch en 2005, enfocándose en la educación basada en la conciencia y la paz mundial. Además, exploró su faceta artística a través de la pintura, la música e incluso en proyectos de medios digitales como un informe meteorológico en YouTube.
El director, nacido en Missoula, Montana, en 1946, se trasladó a Los Ángeles en 1971 para estudiar en el Conservatorio AFI, donde inició la filmación de Eraserhead. La película, aclamada por su originalidad, tuvo un inicio difícil, siendo rechazada en festivales de cine, pero logró convertirse en un clásico de culto en el circuito de “películas de medianoche”.
Luego del impacto de Eraserhead, Lynch fue convocado por la productora de Mel Brooks para dirigir The Elephant Man, que recibió múltiples nominaciones al Oscar y lo estableció firmemente en el ámbito de Hollywood. Tras rechazar dirigir El retorno del Jedi, se aventuró en la adaptación cinematográfica de Dune, aunque esta versión fue criticada y no tuvo el éxito esperado.
Decidido a llevar su visión personal a la pantalla, Lynch presentó Blue Velvet en 1986. Esta obra se transformó en un éxito que influyó en futuros cineastas y series. No se detuvo ahí, ya que continuar con su innovador enfoque dio lugar a Twin Peaks, un show que fusionó elementos de comedia, misterio y surrealismo, y que desafiaba las convenciones de la televisión de su tiempo, estableciendo una nueva era en las series de autor.
A lo largo de su carrera, Lynch exploró diversas narrativas, incluyendo la adaptación de la novela Wild at Heart en 1990, que repitió su éxito en Cannes, y en 1997, con Lost Highway, un thriller vanguardista que aunque no alcanzó el éxito comercial, reafirmó su creatividad.
Lynch se destacó también con historias más accesibles como The Straight Story, antes de regresar a su estilo mítico con Mulholland Drive, que resultó ser un thriller de misterio que lo llevó nuevamente al reconocimiento, cerrando su carrera con una gran variedad de influencias y aportes al séptimo arte.