Expertos alertan que la escasez de litio comenzará tan pronto como en 2025

Analistas e investigadores advirtieron que el mundo podría enfrentar una inminente escasez de litio, un elemento esencial en las baterías de vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos.

Concretamente, se pronosticó que esta crisis de suministro podría ocurrir tan pronto como en 2025, debido al crecimiento exponencial de la demanda del metal en comparación con la oferta disponible.

Según un reciente informe de BMI, la unidad de investigación de Fitch, la demanda de litio en China está sobrepasando con creces su oferta, con un esperado crecimiento anual promedio del 20,4% interanual solo para la demanda de litio en vehículos eléctricos entre 2023 y 2032. En contraste, el suministro de China solo crecerá un 6% durante el mismo período, dejando una brecha significativa entre la oferta y la demanda.

"Creemos fundamentalmente en una escasez para la industria del litio. Por supuesto, pronosticamos un crecimiento de la oferta, pero la demanda crecerá a un ritmo mucho más rápido", alertó Corinne Blanchard, directora de investigación de acciones de litio y tecnologías limpias en Deutsche Bank.

Por otro lado, aunque algunos expertos no ven un déficit tan temprano como en 2025, reconocen la posibilidad de una escasez en la próxima década. La firma energética Rystad Energy destacó que, aunque se están explorando numerosos proyectos de litio, factores geológicos y burocráticos podrían retrasar la expansión de la oferta. Actualmente, solo hay 101 minas de esta materia prima en todo el mundo, lo que subraya los desafíos en la obtención de este recurso esencial.

Susan Zou, vicepresidenta de la compañía, estimó que el suministro total de litio aumentará en los próximos años, pero la escasez podría afectar las cadenas de suministro hacia 2028. "La cadena mundial de suministro de baterías puede encontrar nuevamente un déficit de litio hacia el final de esta década, cuando el crecimiento de la oferta podría no seguir el ritmo de la demanda", advirtió.

Ante este panorama, se espera que los precios del metal puedan aumentar significativamente, lo que a su vez elevaría los costos de producción de baterías. Teniendo en cuenta que los precios del carbonato de litio alcanzaron máximos históricos en 2022, se avecinan tiempos difíciles para el sector.