Nissan suspende la producción en Córdoba, generando incertidumbre laboral y financiera

La empresa japonesa Nissan ha suspendido el único turno activo en su planta de Córdoba, afectando directamente la producción de la pickup Frontier y su versión Renault Alaskan. Esta decisión, confirmada por fuentes sindicales y gubernamentales, se produce en un contexto de crisis que amenaza con la posible desaparición de esta línea de ensamblaje ubicada en la histórica planta de Renault en Santa Isabel.

Maximiliano Ponce, secretario general de SMATA en Córdoba, manifestó su preocupación ante esta situación. En diálogo con Cadena 3, Ponce advirtió: "La verdad que sí, estamos en un estado de alerta porque si el producto nuevo (la nueva generación de la Nissan Frontier) se va a México, ¿Qué van a fabricar aquí? Quedaría fuera de mercado el producto viejo". Esta incertidumbre ha llevado a la suspensión esta semana de unos 450 empleados que se desempeñan en la línea de montaje.

Además, el gremio alertó sobre demoras en los pagos por parte de Nissan a sus proveedores, lo que complica aún más el panorama. Ponce agregó: "Hemos tenido contacto con varios proveedores y sí, la verdad que les siguen bajando los pedidos". En total, alrededor de 250 empleados están en suspensión total, mientras que otros 200 sufren suspensiones parciales.

Actualmente, Nissan busca la fusión con empresas japonesas como Honda y Mitsubishi, lo que podría agravar la situación. La planta de Santa Isabel, que este año celebra 70 años de historia, comenzó su andadura con la producción de tres pickups, pero tras la salida de Mercedes-Benz del proyecto, la producción de la Frontier se consolidó a fines de 2018.

A pesar de que se esperaba la llegada de la nueva generación de la Renault Alaskan, las expectativas se desvanecen. Para 2026, se anunciaba la nueva Frontier, pero los autopartistas locales informan que este modelo solo se fabricará en México, dejando un futuro incierto para la producción en Argentina. En este contexto, Renault ya ha confirmado la producción de una camioneta compacta, conocida provisionalmente como Niágara, pero sin planes de producción conjunta con Nissan.

La incertidumbre se extiende no solo entre los empleados, sino también entre las comunidades locales que dependen de la actividad económica de la planta. La falta de claridad en los planes de Nissan ha llevado a una creciente preocupación entre los trabajadores, quienes exigen respuestas inmediatas sobre su futuro laboral y el de la producción en Argentina.