Cositorto, CEO de Generación Zoe, fue declarado culpable de "estafa y asociación ilícita"

Imagen: Agencia Noticias Argentinas

Leonardo Cositorto ha sido hallado culpable de asociación ilícita y estafa en su papel como CEO de Generación Zoe, según lo dictaminado por el Tribunal de Goya.

Entre los otros condenados se encuentran Miguel Ángel Echegaray, su socio y mano derecha Maximiliano Javier Batista, y Lucas Damián Camelino, todos ellos acusados de estafa. Por su parte, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina fueron absueltos de los cargos.

Los jueces Ricardo Carbajal, Jorge Carbone y Julio Duarte expusieron que Cositorto y los demás implicados habían diseñado "un aparato de estructura y de mentiras que no se ha probado", haciendo referencia a un esquema de inversiones que nunca existió. Según el tribunal, "no está documentado que existía el trading y de cuánto era. No hay nada que acredite inversiones existentes".

A lo largo del juicio, los letrados argumentaron que Cositorto se presentaba como un "empresario de alto nivel", aunque su caída se debió a un "bloqueo bancario", lo que llevó a que el dinero que manejaba terminara siendo distribuido entre los implicados. Su ostentoso estilo de vida, según el tribunal, contribuyó al engaño, ya que "era decirle al otro lo que quería escuchar".

El tribunal también reveló detalles sobre cómo funcionaba la estructura de la organización. Se menciona la existencia de un "grupo de WhatsApp" utilizado para mantener esta red de engaño, donde "se bombardeaba con información". Los juicios indican que la situación se fue deteriorando, ya que "en enero muchos no cobran, en febrero muchos menos y en marzo directamente nadie". La carpeta de inversiones se hallaba ausente.

En cuanto a las responsabilidades individuales, Camelino se identificó como el organizador de Generación Zoe, designando a los demás declarados culpables como ejecutores, encargados de captar nuevos inversores a solicitud de Camelino. Para la fiscalía y la querella, Cositorto lideró una megaestafa piramidal impulsada por Generación Zoe, utilizando criptomonedas y coaching financiero para atraer a las víctimas, induciéndolas a error.

El caso involucra a 98 denunciantes que llevaron a Cositorto ante la justicia, quienes afirmaron que el líder de Generación Zoe les prometió resultados económicos a cambio de sus inversiones, pero no cumplió, dejándolos sin respuestas. Los fiscales Rubén Barry y María Eugenia Ballará indicaron que, a partir de los testimonios recabados, se demuestra la existencia de una asociación ilícita entre los imputados.

Pablo Fleitas, abogado querellante, se sumó a la acusación solicitando que se declare culpable a Cositorto y a todos los implicados, exponiendo que las víctimas fueron víctimas de engaño a través de falsas promesas de ganancias. Mientras Cositorto enfrenta otros juicios en diferentes provincias, este fue el primero en el que se lo juzga.

La normativa del nuevo Código procesal de la provincia de Corrientes establece que primero se determina la culpabilidad del imputado, y posteriormente se establece la pena. En la próxima semana, se darán a conocer las fundamentaciones del fallo del Tribunal de Goya.

Durante el proceso, el empresario intentó llegar a un acuerdo económico con los damnificados sin éxito, en parte debido a la negativa de la fiscalía. Recientemente, Norman Próspero y Silvana Abellonio, otros acusados por los mismos delitos, fueron liberados tras cumplir el plazo máximo de cárcel preventiva.

Cositorto anteriormente había manifestado su inocencia, calificando el juicio como un "circo" y negando cualquier implicación en un esquema piramidal. En una conversación previa al juicio, resaltó su confianza en ser absuelto, argumentando que el proceso estaba repleto de incongruencias e insuficiencias probatorias, como la falta de pericias contables sobre sus empresas. Atribuyó los problemas a la intervención de la Comisión Nacional de Valores, que bloqueó fondos y tomó medidas contra la organización.