Proyectan que la siembra de maíz crecerá hasta rozar un nuevo récord
El repunte marca un cambio de tendencia tras la fuerte retracción del año anterior, cuando la plaga de la chicharrita del maíz y condiciones climáticas adversas redujeron las intenciones de siembra.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) proyectó que la superficie destinada a maíz con fines comerciales alcanzará 7,8 millones de hectáreas en la campaña 2025/26, lo que representa un incremento del 9,6% respecto al ciclo pasado, es decir, unas 700.000 hectáreas adicionales. Se trata de la segunda mayor área de la historia, solo detrás del récord de más de 8 millones alcanzado en 2023/24.
El repunte marca un cambio de tendencia tras la fuerte retracción del año anterior, cuando la plaga de la chicharrita del maíz y condiciones climáticas adversas redujeron las intenciones de siembra. Esta vez, la menor amenaza del insecto, gracias a estrategias de prevención más efectivas, y la mejora en la humedad de los suelos tras un otoño e invierno favorables crean un escenario más propicio.
La recuperación se concentrará sobre todo en zonas que habían reducido superficie por temor a la plaga, como el norte argentino (NOA y NEA) y el centro-norte de Córdoba, donde el maíz vuelve a ganar terreno frente a soja, sorgo y maní. En la zona núcleo también se espera un fuerte regreso, con mayor peso de las siembras tempranas gracias a perfiles de suelo bien provistos de agua. En contraste, regiones afectadas por excesos hídricos podrían retrasar la implantación.
En el frente económico, el USDA estima que el consumo mundial de maíz crecerá un 2,4% en 2025/26, impulsado por demanda alimentaria e industrial, mientras que la producción aumentará un 5%. En Argentina, el precio a cosecha se ubica en 174 dólares por tonelada para abril de 2026, un 2% por encima del año pasado, pero 4% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.
Los costos muestran alivio en insumos clave como combustibles, semillas y herbicidas, aunque los fertilizantes continúan en alza. Pese a la mejora en las relaciones insumo-producto, la Bolsa advierte que los márgenes de rentabilidad siguen siendo ajustados, condicionados por la caída de precios internacionales, los derechos de exportación y el alto capital requerido.