Las ventas minoristas caen fuerte: el comercio pyme acumula una baja del 12% en dos meses

En julio, el consumo volvió a retroceder fuerte y sumó la segunda caída mensual consecutiva. Desde CAME advierten que el endeudamiento de los hogares y la supertasa están asfixiando al sector.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

El consumo minorista volvió a mostrar números en rojo. Según el Índice de Ventas Minoristas (IVM) de la CAME, en julio se registró una baja del 5,7% mensual desestacionalizado, tras el derrumbe del 6,7% de junio. Así, el comercio pyme acumula un desplome del 12% en apenas dos meses, un nivel que no se veía desde la devaluación de diciembre de 2023.

 

Para la entidad empresaria, la explicación está clara: a la pérdida del salario real se sumaron la supertasa y el alto endeudamiento de las familias. “En julio, las ventas minoristas pymes marcaron un retroceso en la medición interanual con una baja del 2% a precios constantes. Comparado con el mes anterior, el descenso fue aún más marcado, con una caída del 5,7%”, indicaron.

 

Si se compara con diciembre de 2024, el panorama es todavía más crudo: las ventas minoristas cayeron un 17% en lo que va del año. El detalle mensual muestra bajas de 0,5% en enero, 2,9% en febrero, 1,8% en abril, 0,7% en mayo, 6,7% en junio y 5,7% en julio. Sólo marzo logró un respiro, con un marginal 0,1% de repunte.

Desde CAME agregaron: “Durante julio, las ventas en los distintos rubros estuvieron condicionadas por factores económicos que limitaron el consumo, como el endeudamiento de los hogares, el uso restringido del crédito y el aumento de los costos operativos. Para sostener la actividad, los comercios recurrieron a promociones, cuotas sin interés y descuentos, mientras que en algunos casos se incorporaron servicios como entregas a domicilio o venta online. Las compras se concentraron en productos de primera necesidad y montos bajos, con una fuerte planificación del gasto”.

 

El contexto macro no ayuda. El Gobierno confía en que la suba del dólar —del 14% en julio y del 10% entre el 1° de julio y el 8 de agosto— no se traslade de lleno a los precios, algo que le permitiría ganar competitividad sin disparar la inflación. Las consultoras, sin embargo, prevén que algún pass through habrá, aunque más moderado que en devaluaciones previas. Desde Vectorial señalaron que “los indicios sugieren que el traslado a precios ocurrirá, pero de forma gradual y prolongada”.

 

La caída sostenida del consumo pyme deja en claro que el ajuste está pegando de lleno en el comercio minorista. Las familias compran menos, se endeudan más y planifican cada gasto, mientras los negocios se ven obligados a sostener ventas con ofertas y cuotas.

 

Si bien la moderación de la inflación es un objetivo oficial, el riesgo es que la estrategia de enfriar la economía para contener precios termine debilitando aún más al mercado interno. Sin un repunte de ingresos reales, la reactivación del consumo se ve lejana, y la pyme comercial sigue caminando por la cornisa

 

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